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¿Dónde está la Real?

¿Dónde está la Real? EFE

JOSÉ M. DOMÍNGUEZ

El equipo donostiarra llega a El Arcángel tras firmar un pésimo arranque liguero y haber caído eliminado, además, en la fase previa de la Liga Europa

La Real Sociedad es un equipo desubicado. Nada ha salido según sus planes. Los problemas se le acumulan. Nervios, situación límite, miedo al descenso... ¿Dónde está el problema? ¿Cuál es el objetivo? La última semana de agosto estalló el absurdo en San Sebastián. En apenas tres días, la Real se estrenó con derrota en Liga ante el Éibar y, lo que es más grave, tiró por la borda el trabajo de todo el año anterior. Un 3-0 ante el desconocido Krasnodar ruso, en la fase previa de la Liga Europa, dejó al conjunto txuri urdin sin jugar esta temporada la competición que más ilusiones había despertado entre la afición y que, además, había servido a directiva y cuerpo técnico como base para confeccionar la plantilla. ¿Dónde quedó entonces la Real Sociedad? ¿A qué aspira?

Los resultados ligueros desvelan que, apagado el sueño europeo, el proyecto quedó a la deriva. Todavía en estado de shock, todas las miradas buscan al capitán del barco, Jagoba Arrasate. Pero el entrenador tampoco ha encontrado un rumbo lógico en un inicio de campaña demencial.

Aquella fatídica semana se desató la locura. La única victoria donostiarra llegó ante el Real Madrid, concretamente, tras remontar un 0-2 al cuadro merengue para terminar disfrutando de un 4-2 que poco tenía que ver con la realidad del equipo vasco. El milagro tuvo lugar el 31 de agosto, y hubiese sido digno de recordar durante décadas. Pero, igual que la gesta que eclipsó las debacles de los días previos (Éibar y Krasnodar), ya ha quedado enterrada en el imaginario txuri urdin como una mera ensoñación, como un simple cuento de verano. En las siguientes seis jornadas, la Real ha hincado la rodilla en cuatro ocasiones y sólo ha logrado dos empates.

Arrasate se la juega en El Arcángel. Ganar o ganar. Su cabeza rodará si su equipo no responde; es un secreto a voces. Sólo queda por ver cómo responde al ultimátum, ya que ni siquiera en los momentos de relativa calma ha dado el técnico continuidad a un sistema de juego. El sábado, en teoría, dibujará algo parecido al 4-2-3-1 sobre el césped del coliseo cordobés.

En ataque

Le sobran taras —la mayoría de carácter psicológico— a la Real Sociedad, pero no le falta precisamente calidad al conjunto donostiarra con futbolistas como Canales, Vela, Castro o Prieto. La colección de artistas que ha reunido de medio campo en adelante el equipo txuri urdin hace todavía más incomprensibles los batacazos de los últimos dos meses. Los jugadores realistas demandan un estilo vistoso, en el que la pelota debería llegar sin excesivas complicaciones a la línea de tres mediapuntas.

Zurutuza es el encargado de realizar la transición defensa-ataque, aunque también cabe la posibilidad de que sea Granero quien lleve la batuta. Por delante, espera el talento y el gol. Carlos Vela y el «Chori» Castro aportan velocidad, llegada y capacidad realizadora, mientras que Sergio Canales y Xabi Prieto ponen la magia. Arrasate elegirá a tres de estos cuatro futbolistas para complementar al que, sin duda, es su «9» de referencia: Agirretxe. Ha firmado un único tanto, pero el islandés Finnbogason no ha logrado arrebatarle la titularidad en ningún encuentro.

En defensa

Marker Bergara es uno de los hombres de confianza de Arrasate. Con el trabajo de este recuperador comienza a funcionar el sistema defensivo de la Real Sociedad. Aunque el engranaje chirría, hace un ruido raro. Algo no termina de funcionar. El entrenador lo ha probado todo, pero sigue sin identificar el problema. Sólo ha mantenido a Íñigo Martínez en el centro de la zaga y, a su alrededor, ha rotado a todos sus efectivos. Probablemente le acompañará Mikel González en El Arcángel, donde cubrirán los laterales Yuri (izquierda) y Zaldúa (derecha). ¿Los cambios en la defensa responden a los malos resultados o, más bien, son las derrotas consecuencia de la falta de acoplamiento? Lo único cierto es que los errores de concentración han sido constantes y ya le ha costado un buen número de puntos a la Real Sociedad. Arrasate no tiene un once tipo. Contra el Córdoba, tendrá su última oportunidad de encontrarlo.

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