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hostelería

Los veladores aportan ya el 50% del beneficio de los bares

Cuatro de cada diez empleos que se crean en la hostelería se dedican a las terrazas

Los veladores aportan ya el 50% del beneficio de los bares miguel ángel

r. a.

Los veladores se han convertido en uno de los motores principales del sector de la hostelería en Córdoba, de tal manera que las terrazas de los establecimientos públicos generan en la actualidad hasta el 50 por ciento de su negocio de acuerdo a los datos de los que dispone Córdoba Apetece, una de las dos patronales de la hostelería en la capital cordobesa.

El presidente de la entidad, Alberto Rosales, puntualiza que cuanto más humilde es el negocio más importancia tiene la venta en las mesas colocadas en el exterior. «En los restaurantes, por ejemplo, el volumen de ventas de los veladores es menor que en los bares y tabernas, ya que podríamos estar hablando de alrededor del 20 por ciento de la cuenta general, pero en el resto de los locales la caja se hace ya mitad en la calle y mitad en el interior», asegura el representante del colectivo empresarial.

Hay otro dato que resulta revelador y que habla a las claras de cómo los veladores se han convertido en uno de los motores de los bares en los últimos meses. Tiene que ver con el empleo. Lo explica Alberto Rosales: «De cada diez puestos de trabajo que se crean en la hostelería, cuatro están consagrados a la atención en la vía pública, no al interior del local», indica el hostelero.

Reparto del trabajo

Basta con observar el funcionamiento de un establecimiento tipo: si dispone de cinco camareros, uno suele estar detrás de la barra, uno se dedica a la atención a los clientes que consumen dentro y el resto se emplea en los veladores.

A juicio de Rosales, la prolongación del negocio a la calle «ha sido fundamental, diría que decisiva, para sostener el empleo en el sector. Hoy por hoy no hay bar que no dedique el cuarenta por ciento de sus recursos de personal, como poco, a los veladores»

No todo son datos económicos, porque la entrada en vigor de la ley antitabaco y la concurrencia de la crisis económica ha obligado a la hostelería a reinventarse, de forma que ha nacido un nuevo modelo de negocio, una tipología casi inédita hasta la fecha. Cualquiera que pasee por la calle puede darse cuenta: cada vez hay más bares montados en un local de escasísimos metros cuadrados y que se vuelcan en el exterior. El bar, en realidad, está básicamente fuera.

El presidente de Córdoba Apetece es consciente de este cambio. «Hay pequeños empresarios del sector que han montado bares con una infraestructura mínima, en un local muy pequeñito y a los que sin embargo les funciona el negocio porque las diez o doce mesas que tienen en la calle generan una actividad que renta», afirma. Para Rosales, se trata de un fenómeno «que lo único que hace es responder a los nuevo hábitos de los clientes, que quieren seguir fumando mientras consumen y como no lo pueden hacer fuera pues prefieren sentarse en la calle».

Precisamente este hecho, la legislación antitabaco, es la que ha incrementado exponencialmente los ingresos que el Consistorio recibe como consecuencia de las tasas que se generan por la ocupación de vía pública. Antes, era una actividad de temporada, que llegaba con el buen tiempo y desaparecía en el otoño. Ahora los permisos se piden para prácticamente todo el año con la generación de estufas (para el invierno) o de aparatos para hacer frente al calor extremo (durante el verano). Los últimos datos de la liquidación municipal aseguran que se han superado los 600.000 euros de derechos reconocidos netos, es decir, los tasas que se tienen que abonar como consecuencia de los permisos reclamados por las empresas y autónomos del sector de la hostelería.

También, esta realidad ha incrementando los problemas entre empresarios y vecinos y entre los propios hosteleros, que se disputan el espacio de las aceras ante el Consistorio y hacen valor los derechos de colocar mesas y sillas como un valor de sus negocios. La popularización de este tipo de instalaciones ha dificultado también las negociaciones para una reforma pacífica de la ordenanza tanto en este mandato como en el anterior. Este periódico intentó contactar con la patronal Hostecor, sin éxito.

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