Dos desalojos al día en el último año y medio

Es el primer paso. Una llamada a la puerta, un funcionario de Justicia con una carpeta —hace poco con agentes de Policía y las protestas de vecinos y amigos del afectado— y la comunicación definitiva del desahucio. El llamado «lanzamiento judicial» por impago de hipoteca o alquiler de un inmueble es un goteo que no cesa. Tan es así, que según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para la provincia de Córdoba, en el segundo trimestre de este año 2014, último del que se dispone de datos, se alcanzó la mayor cota de desalojos desde que se tienen estos datos: 255. Eso significa casi tres al día.

Cierto es que tras la aprobación en mayo de 2013 de una ley por el Gobierno central para atajar la escalada de desahucios, éstos se frenaron. La negociación por parte de las entidades bancarias se potenció como herramienta clave que ha dado sus frutos, pero tal vez de manera insuficiente. Al igual que la dación en pago y una mayor flexibilidad por parte de los jueces, beligerantes, eso sí, con una abusivas cláusulas que ataban dep ies y manos todo amago de reestructurar deudas o dar salidas a familias sin vivienda a fin de cuentas.

Pero al pairo de que la situación económica no remonta lo suficiente y las cifras de desempleo tampoco, tanto las ejecuciones hipotecarias como los lanzamientos van aumentando poco a poco, amén de otros procedimientos que no llevan a los juzgados porque se acuerdan de antemano. Muchas personas siguen sin poder pagar su casa.

Los datos son elocuentes. En el último año y medio se han practicado en la provincia de Córdoba un total de 1.178 lanzamientos judiciales por parte de los juzgados. Eso, en la práctica, es algo más de dos al día. Desde el último trimestre de 2013 el ritmo ha ido incrementándose ya que en septiembre del año pasado se registraron un total de 130, que pasaron a ser 239 en diciembre, 206 en marzo hasta los 255 en junio pasado. El crecimiento interanual entre junio de 2014 y 2013 supera el 65 por ciento.

Casi 450 lanzamientos en este último año y medio fueron por el impago de las hipotecas, aunque la cifra se fue a 680 por dejar de pagar el alquiler de un piso y contravenir la ley de arrendamientos urbanos. En una ínfima relación, otras variantes por las que se ha de entregar la vivienda como laudos arbitrales o procesos familiares.

En el capítulo de las ejecuciones hipotecarias, cuando el Juzgado de Primera Instancia tramita la reclamación de un bien por impago de la hipoteca escriturada y registrada, y con los datos de 2013 como último ejercicio completo, la dinámica es similar. Este pasado año se marcó en la provincia de Córdoba la cifra más alta de ejecuciones dictadas por los diferentes juzgados: 1.262, incluso por encima del año 201 que ya había alcanzado un techo de 1.240. Antes de que la crisis económica empezara a hacer estragos, el balance de 2007 fue de 284 ejecuciones hipotecarias. A partir de ahí, todo subió por las nubes. Llevamos seis ejercicios completos de crisis, durante todo este tiempo, en la provincia de Córdoba se han cumplimentado más de 6.500 ejecuciones de impago hipotecario. Una fría cifra con muchas imágenes y rostros detrás, cada uno con una historia bien distinta y abocados a soluciones ilegales a su vez como la ocupación de una vivienda. Una práctica que empieza a multiplicarse no solo en Córdoba capital.