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TURISMO

El balcón monumental de la Arruzafa

El Parador cumple 54 años desde su inauguración por parte de Franco

El balcón monumental de la Arruzafa

luis miranda

En realidad hacía ya algunos meses que estaba en funcionamiento, aunque la fecha del 19 de noviembre de 1960 es la que está escrita en las letras importantes que hablan de su inauguración. Aquel día empezaba la historia oficial del Parador de la Arruzafa, un hito en el turismo de Córdoba, y lo hacía con la apertura oficial, que correspondía al entonces jefe del Estado, Francisco Franco. Acompañado por su esposa y por las autoridades civiles, militares y religiosas de la época, inauguró de forma oficial un establecimiento destinado que tenía que alumbrar para Córdoba la era de la apertura al exterior y al turismo.

El redactor que firma la crónica para ABC habla de las «comodidades» que se ofrecerán a los viajeros y del avance del edificio y sin querar desliza algunas frases que sirven para enteder el parador en su contexto. Se encuentra, dice, a dos kilómetros de la ciudad, lo que habla de que entonces la Arruzafa estaba en las afueras, cuando el Brillante era apenas un conjunto de casas y no había nada más allá de la Huerta de la Reina.

Ensalzaba la paz y el paisaje que se podía disfrutar desde los terrenos que habían sido de un convento franciscano, enclavado en la Sierra, pero con vistas a la Campiña, «una de las más hermosas de Andalucía». Tenía entonces 56 habitaciones, que ahora son 94, y desde el primer momento instalaciones deportivas. Fue uno de los primeros grandes establecimientos turísticos de Córdoba, precisamente en la época en que España comenzaba a abrirse los visitantes, y de ello dan cuenta los artículos que hablan de los paradores que se habían construido en otras partes del país.

El Jefe del Estado se asomó «a los naranjales» en el transcurso de un acto en el que le acompañaron el entonces alcalde, Antonio Cruz Conde, y el obispo de Córdoba, Manuel Fernández-Conde, que bendijo las nuevas instalaciones, que había construido el Ministerio de Información y Turismo, y en el que primaba una rica presencia de árboles frutales, según las crónicas. Almozarzaron y pasaron luego por la ciudad de Córdoba.

Al cabo de más de medio siglo, el Parador de la Arruzafa continúa entre uno de los lugares preferidos por los visitantes, y no en vano allí se hospedó la Reina Doña Sofía en la visita privada que realizó a la ciudad en el otoño del año 1998. Congresos, conferencias y actividades culturales son testigo de la actividad de un mirador privilegiado sobre Córdoba que en 54 años ha sido testigo de la gran evolución de la ciudad.

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