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Deoleo refuerza su planta de Alcolea, cuya actividad estudia ampliar

El líder oleícola, que fijó su sede social en Córdoba, gasta en su laboratorio 600.000 euros y proyecta otra línea de producto acuciada por trabas urbanísticas

Deoleo refuerza su planta de Alcolea, cuya actividad estudia ampliar V. MERINO

B. LÓPEZ

deoleo, gigante mundial del sector aceitero, engrasa su planta de Alcolea, conocida popularmente como de Carbonell, una de sus firmas. La empresa anunció que ha ejecutado una inversión de 600.000 euros para renovar sus laboratorios, y avanzó que medita una ampliación para incorporar una nueva línea de producto, aunque alertó de ciertos obstáculos urbanísticos para que cuaje la operación. Todo eso dejó ayer la primera comparecencia pública en la fábrica de Alcolea del consejero delegado de Deoleo, Jaime Carbó, tras decidir en junio esta multinacional desplazar su sede social de Madrid a Córdoba.

Acompañado por la consejera de Agricultura, Elena Víboras, y el alcalde, José Antonio Nieto, Carbó presentó la renovación de los laboratorios de su planta de Alcolea. A ello han destinado alrededor de 600.000 euros. Deoleo refuerza con esta actuación «tres aspectos fundamentales: innovación, calidad y seguridad alimentaria».

Bajando al detalle, el gigante aceitero ha creado un área dedicada a la innovación en el aceite de oliva para desarrollar productos de «mayor valor añadido». «Es una de nuestras apuestas de futuro y de crecimiento», señalaron desde la compañía. Además, resaltaron, la actualización de instalaciones y equipamientos permitirá un mayor control de calidad, «aspecto vital para seguir elaborando productos valorados por el consumidor». Por último, las mejoras en el área de seguridad alimentaria introducen «técnicas punteras» en los procesos productivos de la empresa.

Víboras, tras destacar la importancia de la innovación en el sector agrícola, dijo que estos laboratorios «pueden competir con cualquier otro del mundo de cualquier tipo, pero fundamentalmente en el sector del aceite», que, recordó, es «estratégico» para Andalucía. Y no fue un rapto de chovinismo. Estas instalaciones de investigación e innovación están a la altura del que es, siguió Víboras, «el grupo más importante del mundo en el sector del aceite. De esta fábrica sale el 22% del aceite en botella de la tierra».

Y Carbó lo corroboró: «Es la planta envasadora de aceite de oliva más grande del mundo». Tras ese rotundo dato, hay más cifras de vértigo. Su capacidad de envasado es de más de 200 millones de litros al año, aunque actualmente está envasando 120 millones. Allí, trabajan 150 personas. De ellas, 22 se dedican al área de control de calidad y otras ocho a la innovación. De su maquinaria, salen las botellas de cinco marcas de aceite: Hojiblanca, Carapelli, Bertolli, Sasso y Carbonell. La fábrica, como recordó la Consejería de Agricultura, elabora y envasa vinagre. También cuenta con refinería de aceite.

Y puede dar aún más frutos. Porque el consejero delegado de Deoleo avanzó que están «analizando la posibilidad» de hacer otro proyecto de inversión en las instalaciones de Alcolea. Avanzó que consistiría en «tener una nueva línea de producto».

Pero advirtió de que hay un «freno» urbanístico a «resolver». «Es una tontería de estas que ocurren para poder hacer una ampliación», añadió. Al estar la fábrica en la antigua N-IV se considera una zona urbana, con lo que, para ejecutar dicha ampliación, «tenemos que hacer toda la urbanización de la carretera, con acerados o pasos de peatones», pese a que solo hay suelo industrial, explicó el consejero delegado. «Para poder ampliar unas naves, y tener una nueva línea, habría que poner tres millones para aceras y, sinceramente, nos da un poco pereza», dijo coloquialmente.

Por ello, señaló, habrá que «buscar una fórmula» con el Ayuntamiento y la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, que «aprueba las modificaciones» de los planes urbanísticos, para que «hacer una nave que cuesta 300.000 euros no suponga tres millones, porque es raro».

«Veremos a ver si hay alguna forma de solventarlo», insistió Jaime Carbó mientras reiteró que a una compañía no le puede salir la ejecución de una nave por más de tres millones, ya que semejante desembolso «hay que destinarlo» a elementos, como maquinaria, que rindan productivamente.

Traslado de Madrid

Explicó por primera vez a pie de obra los motivos por los que el gigante aceitero trasladó su sede de Madrid a Córdoba. La consejera de Agricultura señaló que fue la Junta la que le solicitó a Deoleo que se trasladara y «eligió Alcolea por motivos obvios». Carbó aportó más razones. Aseguró que «Córdoba es el corazón del aceite». En esta provincia, hay «conocimiento y gente con experiencia en el sector». En su entorno hay otros territorios en los que esta actividad tiene peso. De hecho, advirtió de que «la gente nuestra de aquí [por la fábrica de Alcolea] son de Granada, Córdoba o Sevilla».

En cuanto al destino de la que fue sede social en Madrid, este alto cargo se mostró prudente. Aseguró que allí hay 140 personas trabajando y «no sé si todos estarán de acuerdo en venirse aquí. Son procesos que hay que hacer con mucha suavidad».

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