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Multinacionales buscan en el subsuelo la riqueza escondida de Andalucía

La Junta y el Gobierno central multiplican los permisos para localizar yacimientos ante las expectativas del sector minero y los hidrocarburos

JOSÉ CEJUDO

Vuelta a los orígenes. Como si de una nueva fiebre del oro del Oeste americano se tratara. La Andalucía que se proyectaba como nueva California de Europa, deja de mirar fijamente al sol que alumbraba las expectativas de las energías renovables para retomar la actividad primaria que impulsaron los Millares o los Tartessos cuando se creían agotadas todas las posibilidades de la minería, al tiempo que se disparan las peticiones para localizar y almacenar hidrocarburos.

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, anunciaba el miércoles en Huelva la convocatoria del mayor concurso minero conocido hasta ahora. Un total de 367 derechos en minería metálica, áridos, yeso y roca ornamental, que se suman a los otros generados anteriormente en tres concursos convocados en la actual legislatura que mantienen activos 634 derechos mineros sobre una superficie de 421.000 hectáreas.

Si hace décadas el éxodo de las grandes multinacionales dejaba en la estacada a comarcas enteras como la Cuenca Minera onubense, ahora se espera que los mil millones de euros invertidos en derechos mineros generen en Andalucía más de diez mil puestos de trabajo. Una buena razón para matizar los prejuicios que generó la actividad extractiva por lamentables episodios como los de la mina de Aznalcóllar. Y todo esto en plena revisión de las normativas que regulan esta actividad con la nueva Ley de Hidrocarburos y la nueva ley de minas que el Ministerio de Industria quiere aprobar antes de fin de año. A la espera de que se concreten nuevas concesiones, estas son algunos de los más avanzados trabajos de investigación en curso para hallar riqueza en las entrañas de Andalucía.

Hidrocarburos

La comunidad autónoma andaluza no es ajena al auge de las prospecciones para la localización y almacenamiento de gas o petróleo. Desde hace tiempo cinco grandes compañías han puesto sus miras en el subsuelo de la región para extraer sus riquezas escondidas con unos trabajos no exentos de polémica por la resistencia de los grupos conservacionistas por la supuesta afección al medio ambiente.

En estos momentos hay 32 permisos de la Junta y del Gobierno central para la extracción y almacenamiento de gas en Andalucía, una comunidad que produce al año unas 57 ktep (miles de toneladas equivalentes de petróleo), según balance de 2012. Uno de los proyectos más mediáticos, por la controversia que ha provocado, está situado mar adentro y lleva por nombre «Siroco». Lo promueven las empresas Repsol Investigaciones Petrolíferas y Petroleum Oil & Gas España y se localiza a 9 kilómetros en la costa de Mijas (Málaga) y a 12 kilómetros al suroeste de la de Fuengirola. La iniciativa superó la declaración de impacto ambiental en 2011, y se está a la espera de la autorización definitiva del Ministerio de Industria. El objetivo es localizar una bolsa de gas a unos 1.600 metros de profundidad.

El proyecto «Siroco» no cuenta con el beneplácito de la Junta de Andalucía. La consejera de Medio Ambiente, María Jesús Serrano, manifestó recientemente que la iniciativa ya debería tener «un no rotundo del Gobierno de España», máxime cuando a 70 kilómetros de distancia, frente a Nerja y Torrox, en el litoral malagueño, aunque también afectaba a aguas de Granada y Almería, el Ministerio ha rechazado la declaración de impacto ambiental para una actuación similar a la del «Siroco».

En 2012 la Junta sí otorgó a la compañía Oil & Gas Capital (una firma española cuyo consejero delegado es Fulgencio Jiménez, exdirector de exploración de Repsol) tres permisos de investigación para analizar las posibilidades de encontrar yacimientos de hidrocarburos (petróleo y gas natural) en tres zonas de las provincias de Jaén y Sevilla. En la provincia de Jaén, con los proyectos «Ulises 2» y «Ulises 3», se exploran dos zonas. La primera de ellas, de 40.812 hectáreas, entre los municipios de Baeza, Bedmar o Mancha Real. La segunda ocupa una superficie de 27.208 hectáreas en Baeza, Bedmar o Úbeda. La inversión es de 7,75 millones.

La zona de exploración en la provincia de Sevilla, el proyecto «Penelope», tiene una extensión de 27.208 hectáreas y se reparte entre los municipios de Albaida del Aljarafe, Alcalá del Río, La Algaba, Bollullos de la Mitación, Camas, Castilleja de Guzmán, Espartinas, Gerena, Guillena, Olivares, La Rinconada, Salteras, Sanlúcar la Mayor, Santiponce, Sevilla, Umbrete, Valencina de la Concepción y Villanueva del Ariscal. Contempla una inversión en investigación a lo largo de seis años de vigencia del permiso de 6,1 millón de euros.

Los permisos tienen carácter preliminar, de forma que los trabajos asociados requieren en su desarrollo nuevas autorizaciones adicionales, cada una de ellas con su correspondiente trámite ambiental y de información pública. En el caso de que las investigaciones fructifiquen e indiquen la viabilidad del proyecto, la autorización de la explotación del yacimiento corresponderá al Gobierno central, previo informe de la Administración autonómica.

Igualmente, hay otros 6 permisos en fase de otorgamiento, todos ellos solicitados por Oil & Gas Capital, tanto en Córdoba como en Jaén. Por lo que respecta a las competencias estatales, en la provincia de Cádiz, la empresa Schuepbach Energy, de Estados Unidos (especializadas en gas pizarra y con campos activos en Suiza o Dinamarca) dispone de permisos para la localización de gas y petróleo en las parcelas conocidas como Tesorillo y Ruedalabola. Los suelos afectan a tres parques naturales: Los Alcornocales, La Breña y El Estrecho de Gibraltar.

Petroleum Oil & Gas España está autorizada por el Estado para trabajar en el proyecto «El Juncal», en la provincia de Sevilla. Y la misma empresa, junto con Repsol Investigaciones Petrolíferas, cuenta con el permiso provisional del mencionado «Siroco».

De otro lado, Petroleum Oil & Gas España dispone de diez cesiones de almacenamiento y explotación de hidrocarburos en las provincias de Huelva y Sevilla, identificadas con los nombres de Marismas, Romeral y Rebujena. A su vez, la empresa Nuelgas (Nueva Electricidad del Gas), de Unión Fenosa Gas, cuenta con las explotaciones de las Barreras y El Ruedo, tres en Sevilla y una más compartida por Sevilla y Córdoba, asociadas a centrales de generación eléctrica. Cuenta con el reconocimiento para convertir los yacimientos en almacenamientos subterráneos.

Una oportunidad aún inexplorada es el de los hidrocarburos «no convencionales». Se trata de gas y petróleo contenido en formaciones rocosas que se obtiene mediante la técnica denominada fracturación hidráulica (o «fracking»). Andalucía podría albergar en torno al 20% de las reservas nacionales, según el catedrático Ángel Cámara. En la región se encuentran los tres principales tipos de yacimientos: el «tight gas», que se halla en zonas arenosas y se localizaría en el sur de Cádiz; el «shale gas», que se encuentra en pizarras y que se podrían situar en Córdoba y de Jaén; y el «coal bed methane», que está almacenado en carbón y del que habría reservas en el valle del Guadiato.

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