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La Audiencia archiva el «caso Donoso» por falta de pruebas

La resolución concluye que no hay indicios suficientes para procesar a alguien

P. GARCÍA-BAQUERO

La Audiencia Provincial de Córdoba ha ordenado el sobreseimiento y archivo de la causa sobre la muerte de Soledad Donoso, cuyo cadáver apareció junto al Guadalquivir en 1992. Es un revés para los familires que recurrieron ante la Audiencia Provincial la pasada primavera la decisión del juzgado instructor de archivar el caso sin procesar a nadie. La nueva resolución judicial de la Sección Tercera de la Audiencia, a la que ha tenido acceso ABC, reconoce que «no hay pruebas suficientes para procesar al único sospechoso por esta causa».

Como ya adelantó este periódico, la titular de Instrucción 7, encargado del caso, emitió un auto de conclusión del sumario sin procesamiento. Esto es, decidió archivar la causa al considerar que, tras las pesquisas practicadas, no se había podido determinar la intervención de una persona concreta en el crimen.

La familia recurrió la resolución ante la Audiencia Provincial, después de aportar una prueba relevante para el caso: la presunta identificación y localización del vehículo que supuestamente utilizó el único imputado en los hechos, R.C.G., conocido de la víctima.

La abogada de la familia, Penélope Castejón, ya puso de manifiesto su «sorpresa» ante la decisión judicial. «Lo más normal es que no quieran seguir adelante, porque con tantas preguntas sin respuestas y pruebas perdidas no les gustaría que siguiéramos pensando que los trabajos que se realizaron en su época hayan sido sobre todo imprudentes», señaló entonces.

Soledad Donoso vivía en el número 6 de la plaza de San Pedro con sus padres y sus cuatro hermanos. Tenía 18 años y desde hacía uno estaba empleada en la pizzería Oh La Lá de la avenida de Barcelona. El 28 de septiembre de 1992 se preparó, como otros días, para ir a trabajar. En torno a las 17.45 horas salió de su domicilio, pero no llegó a su puesto de trabajo. A los catorce días, el cuerpo sin vida de Soledad Donoso apareció a la orilla del río Guadalquivir, en la Huerta del Arenal. Un hombre que se encontraba en la zona y que estaba cazando pajaritos fue el que la encontró. Cuando faltaban 8 meses y 14 días para que el delito prescribiese, la familia de Soledad Donoso regresó a los tribunales para pedir la reapertura del caso, después de recopilar nuevas pruebas. La Fiscalía no ha interpuesto recurso alguno al archivo.

Ayuda ciudadana

Los allegados de la víctima habían solicitado la colaboración ciudadana a la espera de que alguien pudiera proporcionar alguna pista que sirviera para arrojar algo de luz sobre lo que sucedió aquel 28 de septiembre de hace más de veinte años.

Y, sobre todo, la familia pretendía que el juzgado procese a la única persona que fue imputada, R.C.G., conocido de Soledad y al que el titular de Instrucción 7 ya tomó declaración el 26 de marzo de 2013. Entonces, aseguró que sí tuvo una relación malograda con la joven, pero que no la mató. De hecho, negó cualquier implicación en el asunto.

Fuentes judiciales confirmaron entonces a este periódico que un testigo situaba al sospechoso en los alrededores de la plaza de San Pedro, donde vivía la chica, el día de autos, conduciendo un Volkswagen Golf de color rojo, mientras que otra persona asegura haber visto un vehículo de esas características en El Arenal ese mismo día. En todos estos meses, la familia centró sus esfuerzos en localizar el paradero del propietario de ese automóvil el fatídico día en que la joven cordobesa fue asesinada.

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