Descubren el «jopo de la Subbética», una nueva especie endémica de Córdoba

A principios de diciembre pasado se dio a conocer una nueva especie para la ciencia que, por el momento, sería endémica de la comarca Subbética cordobesa: la Orobanche subbaetica o «jopo de la Subbética», que descubrieron Enrique Triano, miembro de la Sociedad para el Rescate de la Cultura Botánica, y Antonio Pujadas, del Departamento de Ciencias y Recursos Agrícolas y Forestales de la Universidad de Córdoba (UCO).

Explican estos expertos que los jopos son plantas parásitas, que viven y se nutren a expensas de otras siendo el de la Subbética una planta en peligro de extinción, ya que actualmente solo se conocen dos poblaciones en el mundo: una situada en Priego, en el paraje de Las Angoturas, que es localmente abundante, y la otra situada en el Picacho de Cabra.

Según los descubridores, en la provincia de Córdoba hay cinco plantas endémicas, todas ellas concentradas en la Subbética cordobesa: la Hypochaeris rutea, Festuca cordubensis, Armeria trianoi, Thymelaea dioica subsp. glauca y la nueva Orobanche subbaetica. Además, existen más de 1.800 especies de plantas únicas en esta zona.

En el Orobanche minor (una especie escasa, pero presente en la Subbética cordobesa) se ha estudiado el potencial de un compuesto químico, el acteósido, como remedio frente al Alzheimer. Sus propiedades anti-amiloidogénicas han sido contrastadas, por lo que este jopo se ha convertido en una de las más firmes promesas naturales para el tratamiento de esta enfermedad.

Los jopos se han empleado en esta comarca para detener las diarreas, entre otras enfermedades. Este uso tradicional tiene su justificación científica, ya que los jopos son muy ricos en taninos, unos compuestos del grupo de los conocidos polifenoles que además de ser muy buenos antioxidantes son conocidos astringentes, antidiarreicos y antimicrobianos.

Pero más aún, gracias a su abundancia en acteósido, hacen del jopo una clara apuesta ya investigada para el tratamiento del síndrome metabólico, del colon irritable y aún del cada día más frecuente cáncer de colon, afirman estos investigadores.