La comparsa de Rafael Cámaras-Altas lleva ritmos celtas al Falla

La comparsa cordobesa «Los Patricios», que representan a los duendecillos verdes de San Patrick, han dejado muy buen sabor de boca entre la crítica y el público gaditano del Gran Teatro Falla. Con sus pelos rojos, sus narices de elfos, un gran sombrero a juego con una chaqueta verde, los duendes cordobeses han actuado en segundo lugar de la novena sesión de preliminares.

Como siempre hace en sus presentaciones Rafael Cámaras-Altas, director y autor de letra y música de esta comparsa, la formación ha desarrollado de manera muy clara el tipo, con ritmos celtas, muy melódicos, usando incluso una gaita que aporta una musicalidad poco vista. El público ha aplaudido al grupo y las críticas en las cuentas de Twitter de los principales diarios de Cádiz han sido muy positivas.

Los medios locales han destacado «la dulzura» y «la originalidad del tema de su primer pasodoble», dedicado a los momentos cómplices fraternales que convierten a un hermano en «el mejor amigo».

El segundo pasodoble iba dedicado a Andalucía, «la que a una tonadillera aclama y la venera cuando se va para el penal», han cantado. También crítica al caso de los ERE de la Junta de Andalucía y a la situación política y social de la comunidad.

Los cuplés -algo complicado de cantar en Cádiz- los han interpretado con un gracioso acento irlandés y, si bien les ha faltado arrancar la risa, han destacado por un estribillo muy lírico que revela dónde está que el secreto de estos duendes: «en Cai, tacita de plata, está el tesoro de verdad».

Cuartetas de diferentes musicalidades, cantadas incluso a varias voces, fueron desgranando un popurrí donde la comparsa demostró que en Córdoba también se sabe escribir y componer Carnaval; lirismo pero con una crítica social fuerte.