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CABRA

La Villa aplaude las obras en la ladera tras diez años de espera

Los trabajos, que arrancan mañana, correrán a cargo de la empresa Tragsa

La Villa aplaude las obras en la ladera tras diez años de espera F. OSUNA

F. O.

Los vecinos del barrio de La Villa de Cabra están más que satisfechos con el inicio inminente —mañana— de las obras de consolidación de la ladera que ocupa la antigua muralla medieval del recinto fortificado. Un tapial que coincide con la zona del adarve (calle Ana de la Rosa) en la que desde hace años se vienen padeciendo numerosos problemas ocasionados por corrimientos tras retirarse las capas de tierra que cubrían la misma.

Los residentes llevan en torno a una década esperando que se produzca una actuación con la que se elimine el riesgo existente tanto para las viviendas situadas en la falda, como en las de la parte superior de la misma.

La noticia del inicio de los trabajos supone, para los vecinos, la culminación de una serie de reivindicaciones que todavía se mantienen en las pancartas que cuelgan de las ventanas con las que se pedía una solución. Finalmente, será el Ayuntamiento egabrense el encargado de la intervención, y no la Junta, el organismo que tiene plena responsabilidad y que «durante años ha permanecido ajena», tal y como recuerdan los residentes.

Las obras serán realizadas por la empresa Tragsa, una vez firmado un acuerdo de colaboración entre el Consistorio y la entidad propiedad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Estos trabajos constarán de dos fases, siendo la primera de unos cuatro meses de duración, con la que se intervendrá con carácter de urgencia en el lugar que presenta peligro de derrumbe. La siguiente se llevará a cabo una vez esté finalizado el proyecto de ejecución y cuente con el beneplácito de la Consejería de Cultura.

Interrogantes

Respecto al proyecto a ejecutar, los vecinos con los que ha podido hablar ABC afirman no estar informados del contenido de las mismas. Solo se les ha trasladado información sobre el inicio y la finalidad de erradicar el peligro, aunque nada saben de los trabajos que se efectuará en los lienzos que perviven de la antigua fortificación. De ella solo quedan dos torreones a la vista, aunque uno de ellos se encuentre desplomado como consecuencia de un terremoto. Los restos del mismo, al igual que lo que queda de la muralla, afloraron tras las excavaciones llevadas a cabo a principios de la década pasada.

Desde hace un tiempo los residentes de las zonas más conflictivas han venido denunciando en los medios locales cómo escuchaban ruidos y crujidos en sus viviendas. Igualmente, han señalado la aparición de grietas en la propia calle.

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