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Córdoba Futuro

Víctor Pastor, birdie hacia el porvenir

Con veinte años se ha subido al podio andaluz y nacional en varias ocasiones. Todo empezó en el Club de Golf de Los Villares

Víctor Pastor, birdie hacia el porvenir abc

r. aguilar

Cuando Víctor le pregunta a sus padres que cuándo empezó a jugar al golf, ellos sonríen y le explican que cuando dejó de ser un bebé y trataba de ponerse de pie lo hizo por fin ayudándose de un palo con el que se golpea la bola. «A mí siempre me ha gustado este deporte, quizás porque vi cómo mi padre y mi madre lo practicaban desde que yo era un niño», subraya este golfista en el que los aficionados tienen puestas todas las miradas.

El chico no es que apunte, es que ya es una figura. A sus 20 años tiene por referentes a Severiano Ballesteros, cómo no; al número uno del mundo, Rory McIlroy; y a su hermano Marcos, que tiene seis años más que él y ya se dedica al golf de una forma profesional. «No paro de mirarme en él», asegura Víctor, para añadir, con orgullo, que quien le precede en la afición familiar ha ganado esta misma semana un campeonato en la República Checa. «Sí, soy el golfista cordobés joven con más trayectoria. Pero no es que haya muchos, la verdad», apunta.

Al principio fue la Escuela del Club de Golf de Córdoba, situado en las estribaciones de la Sierra, junto al Parque Periurbano de Los Villares. «Allí aprendí mucho, lo que pasa es que en nuestra ciudad la afición es muy limitada, como las posibilidades de progresar si el nivel es alto, así que empecé a conocer campos de Sevilla, de Málaga, a profesores que empezaron a formarme».

Programa universitario

Sí, el futuro estaba fuera. «Hasta los 18 años, con todo, estuve establecido en Córdoba, pero llegó el momento de pensar en estudiar una carrera y me decidí por Psicología. Me vine a Málaga, porque aquí tenía la oportunidad de compatibilizar mi deporte con los estudios». El hecho es que Víctor se ha integrado en un programa de golf que está asociado a la Universidad de Málaga.

«Entreno mucho: aquí hay dos campos de golf, que son el del Parador y el Guadalhorce y yo estoy en una academia que se encuentra en este último campo». En las tardes luminosas de la Costa del Sol, este deportista cordobés se siente a gusto con lo que hace. Está en su salsa. «Quizá antes sí que me sentía una persona incomprendida al jugar al golf, pero ya no. Que piense la gente lo que quiera, la verdad es que me importa bastante poco. Además, cada vez hay más personas que juega al golf por simple ocio. Para mí, además, es como un trabajo, le dedico tanto tiempo como a la universidad. Cada semana entreno más de treinta horas», precisa el joven.

Pastor milita en la elite andaluza y nacional de esta disciplina desde que era casi un niño. «Desde los 13 años estoy en equipos andaluces, y desde los 15 en formaciones nacionales», informa. Los resultados de su esfuerzo y dedicación han sido notables. Víctor ha ganado cuatro campeonatos de España en la modalidad de comunidades y ha conseguido el segundo puesto en el Campeonato de España sub 16, también el segundo puesto como sub 21, además de hacerse con la Copa de Andalucía en 2012. Entremedias tuvo tiempo de integrarse en el equipo español del Mundial sub 18, con el que quedó en sexto lugar.

Entrenamiento y palmarés

El deportista sabe que hay un momento en el que su cuna se queda pequeña. Para triunfar hay que irse fuera. «Creo que el problema es que Córdoba no se ha desarrollado mucho en el terreno deportivo y los deportistas que quieren llegar alto han de hacer la maleta. Habría que poner medios para que no fuera así. Yo, a los 16 años me fui a Madrid, al centro de alto rendimiento, y a los 18 me trasladé a Málaga. Es que los medios que uno tiene aquí no son comparables a los de Córdoba. No tienen nada que ver, y me refiero a profesores, a campos... Málaga es la ciudad del golf en Andalucía».

Pero en el caso de golf hay un componente negativo añadido. «Sucede que este deporte es el gran desconocido, porque la mayoría de la gente sigue pensando que se trata de una disciplina selecta, aunque yo creo que no es cierto del todo. Conozco a la gente que juega al golf y de verdad que no son personas ricas. No se trata, es verdad, de un deporte barato, pero tampoco es clasista. El gasto en material puede ser grande, pero no es continuo: los palos duran mucho», argumenta.

Haberse trasladado a Málaga por motivos deportivos tiene sus ventajas en otros terrenos. Él mismo lo reconoce. «Bajo mi punto de vista, las diferencias entre Córdoba y Málaga son muy grandes: en Málaga hay más gente, hay más extranjeros y más sitios de ocio para mi gusto. Mi familia sigue viviendo en Córdoba pero yo voy cada mes y medio, y en verano estoy fuera, compitiendo. Lo echo todo bastante de menos...».

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