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crónica negra

Triple asesinato en Alcolea

El 18 de junio de 1912, José Ortiz «El Brasileño» apuñaló hasta la muerte a su exnovia Antonia, la madre de ésta y su cuñada

Triple asesinato en Alcolea rafael carmona

d.d.

A principios del presente 2015, la Audiencia Provincial de Córdoba sentó en el banquillo de los acusados a Heliodoro L.C., vecino de Alcolea, por acabar con la vida de su mujer, María Rey, y de intentar matar también a su propio hermano, al pensar que ambos tenían una aventura. Cometió el brutal crimen por un «delirio de celos» , que le valió la absolución del tribunal.

No es la primera vez que la citada barriada periférica es escenario de un asesinato y, lo que llama aún más la atención, también por el mismo móvil: el vicio enfermizo de la posesión . Ocurrió hace más de un siglo y en aquella nefasta ocasión fueron tres las víctimas que perecieron a manos de un hombre despechado.

El criminal fue José Ortiz Puerto , conocido como «El Brasileño» , puesto que residió durante algún tiempo en Brasil, si bien regresó a España en 1904, cuando tenía 21 años. La historia del crimen ha sido recogida por el exmagistrado de la Audiencia Provincial de Córdoba Antonio Puebla Povedano y el comadante de artillería en la reserva José Cruz Gutiérrez, en su libro «Crónica negra de la historia de Córdoba. Antología del crimen».

Ortiz mantenía una relación con Antonia , quien se había trasladado hacía un tiempo desde su Loja natal a Córdoba junto con su hermano, la madre de ambos, su cuñada y su sobrina, una niña pequeña. El tipo era profundamente celoso , no dejaba a Antonia «ni respirar», recoge el libro, hasta que la joven se hartó de él y decidió dejarlo .

Encondido bajo una cama

La chica, de gran belleza, no tardó en entablar una nueva relación con un apuesto jornalero , lo que desató la ira de su expareja , quien se había jurado que su novia no sería para otro. Propósito que, finalmente, conseguiría.

Así, el día de autos, José Ortiz aprovechó que las tres mujeres y la niña habían ido a visitar a un pariente para colarse en su casa , que se quedó vacía, y esconderse debajo de una cama . Sobre las nueve de la noche las féminas llegaron a su domicilio y una hora y media después decidieron acostarse. Cuando se quedaron dormidas, el criminal salió de su escondrijo y acabó a puñaladas con la vida de las tres mujeres.

«El Brasileño tomó la puerta, dejando tras de sí esa terrible estela de sangre y horror , y una camisa totalmente manchada de sangre. Antes de aabndonar la cortijada, fue a su casa, donde se cambió de ropa y se echó media botella de aguardiente, que la policía encontró en una mesa junto a un puro a medio consumir », apuntan Puebla y Cruz. Ortiz, finalmente, fue localizado y detenido.

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