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PERDONEN LAS MOLESTIAS

Rompecabezas

ARIS MORENO

EN el rompecabezas del caso Aznalcóllar, las piezas empiezan a encajar con precisión suiza. Tomemos un dato cualquiera. La compañía Magtel, por ejemplo. El grupo industrial, radicado en Córdoba y Sevilla, ha recibido subvenciones públicas por valor de 25 millones de euros. Que no es moco de pavo. El 10 por ciento de la cuantía total, 2,5 millones de euros, corresponde a los años 2011 y 2013, según un informe en manos de la jueza. Bien. Ahora fijémonos en el señor Andrés Luque, una ficha clave en el puzzle. Veamos su trayectoria profesional: delegado de Empleo entre mayo de 2000 y octubre de 2004, responsable de Innovación entre noviembre de 2004 y mayo de 2008, y director general de la Junta entre abril de 2010 y junio de 2011.

En octubre de 2008, según detalla el documento en poder de la instructora, el señor Luque constituye la empresa Fisur de análisis y gestión de proyectos. Perfecto. Si observan el dato, la fecha de alta se produce cinco meses después de que cese en sus funciones al frente de la Delegación de Innovación, Ciencia y Empresa. A continuación, es fichado nuevamente por la administración autonómica, tal como se expone líneas arriba, esta vez como director general. Y cuatro meses después de poner fin a sus responsabilidades políticas, en noviembre de 2011, firma un contrato de arrendamiento de servicios con Magtel.

Desde ese momento, empieza a cobrar puntualmente cada mes 10.000 euros, IVA aparte, de la misma empresa para la cual gestionó ayudas millonarias como responsable de la Junta de Andalucía en Córdoba. El informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera es particularmente exhaustivo. Dice, para ir concretando, que el compromiso incluía el desembolso de esa elevada cantidad durante cinco años, con un anticipo de 120.000 euros. Que no es pecata minuta.

Las piezas del puzzle, como ven, van componiendo poco a poco un paisaje reconocible. Entre 2011 y 2013, los años en que el señor Luque prestaba sus servicios como asesor de Magtel, la empresa logró subvenciones por importe de 2,5 millones de euros. Esas cosas pasan. Y en ese mismo periodo de tiempo, la sociedad del ex delegado de la Junta ingresó en su balance 420.000 euros de Magtel.

El rompecabezas es un sistema de fichas, cuyas piezas aisladamente carecen de sentido. Pero si las vas colocando en el lugar adecuado empiezan a salirte supuestos penales por un tubo. Con las piezas que le proporciona la UDEF, la juez está ensamblando un puzzle muy interesante. Por ejemplo, ha llegado a la conclusión de que la sociedad del señor Luque solo recibió ingresos de Magtel entre 2011 y 2013. Un dato verdaderamente conmovedor.

Podríamos decir, sin disparatar demasiado, que la empresa Fisur fue creada ex profeso para facturar servicios de Magtel. A la jueza el asunto le huele a chamusquina. Tanto que ha ordenado a la UDEF (¿qué sería de este país sin la UDEF?) que investigue si la sociedad del señor ex delegado de la Junta dispone de recursos técnicos y profesionales adecuados para ejecutar las labores comprometidas con Magtel.

En el rompecabezas hay piezas que no encajan. O que encajan a la perfección. Como ustedes prefieran. En todo caso, la jueza no cree que el fichaje del señor Luque por parte de Magtel constituya un acto mercantil inocente. Para empezar, pone en remojo las supuestas labores de asesoramiento que prestaba el ex delegado autonómico. Luego, sobre la legitimidad ética de todo este tinglado de intereses y favores, queridos contribuyentes, ya lo ven ustedes.

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