Ategua, un diamante en bruto bajo el acoso de los expolios

A 20 kilómetros de la ciudad, a duras penas, aún resiste Ategua, testigo imperecedero de casi 3.000 años de historia y testigo también del sistemático menosprecio del Patrimonio arqueológico que abandera las políticas y las actitudes ciudadanas de hoy en día.

Hace apenas una semana, tres personas destruyeron parte del yacimiento con maquinaria agrícola mientras «labraban», por la noche, en una finca de su propiedad. Sólo entonces saltaron las alarmas. La actuación, sin el permiso administrativo necesario, hizo aflorar a la superficie numerosos restos arquitectónicos de la época romana destruidos por el «ancla».

Las últimas excavaciones de la zona se realizaron en los años 80 y apenas revelaron un 5% del total . Aunque el perímetro de la zona explorada está vallado, los vestigios arqueológicos se extienden más allá de la zona delimitada y su desprotección es total. Ategua es un diamante en bruto que espera ser pulido, pero la Junta apenas ha dedicado esfuerzos a ello.

A pesar de la declaración del espacio como como Bien de Interés Cultural en 2005, este título queda ensombrecido por la desatención de la que ha sido víctima. Los primeros restos hallados en Ategua datan del Calcolítico , y destaca por su importancia durante el periodo de la guerra civil entre Julio César y Pompeyo .

La Asociación Cultural Amigos de Ategua ha denunciado desde hace años que la desprotección de la zona da vía libre a «piteros» y personas con intereses particulares y escasa concienciación con el patrimonio para realizar expolios en el yacimiento.

Entre las propuestas de Amigos de Ategua está la contratación de vigilantes para evitar que se produzcan daños. Pero la solución definitiva pasa por la adquisición , por parte de la Administración, de los terrenos de titularidad privada que forman parte de la zona protegida para su decidida puesta en valor.