LA CLAVE
Una defensa que hace «aguas» desde el principio
Los tres goles del Leganés vienen precedidos por desajustes
La semana en el Córdoba , más allá de la duda de Xisco hasta el último entrenamiento, ha venido marcada por los defensas . Y, curiosamente, desde esa línea se fraguó, en buena parte, la primera derrota del curso ante el Leganés en Butarque. En resumidas cuentas, rozó el desastre.
Porque antes de que comenzara a rodar el balón en Madrid Sur fueron protagonistas los hermanos Cruz , que en un abrir y cerrar de ojos dejaron de contar hasta el punto de que en 24 horas salieron de la disciplina, en ese intervalo de tiempo llegó Mario Stankevicius y hasta dio tiempo para confirmar como apuesta de futuro a Fran Serrano o decir que Gálvez puede actuar en esa demarcación.
Sin embargo, ninguno de ellos estuvo sobre el césped de Butarque . Oltra apostó por los mismos que ante el Valladolid: Dalmau, Rodas, Deivid y Cisma. Y en esta ocasión se vieron desbordados por los pepineros, que en esta ocasión dieron de la medicina aplicada seis días antes en Almería.
El primer síntoma vino a los pocos minutos cuando Deivid se vio obligado a hacer una falta de tarjeta para evitar que Borja Lázaro se plantara ante Razak. Fue un aviso que después cristalizó en gol. Tanto Deivid como Cisma llegaron tarde a la marca y Eizmendi batió a Razak con tiro cruzado. Era el 1-0 y la defensa del Córdoba no daba buenas sensaciones.
Todo lo contrario que un Leganés sólido y bien puesto, que no dejaba de un lado la intensidad para buscar el segundo tanto. Sucedió 10 minutos después y tras un primer tramo de jugada que partió en posición antirreglamentaria de Borja Lázaro, pero que no vio el asistente. Se plantó en el mano a mano con el meta ghanés, quien, de primeras, espantaba el peligro. Sin embargo, los jugadores del Córdoba se durmieron en la protesta y eso validó la subida de Soriano quien puso un centro que remachó el propio Lázaro para hacer el segundo tanto ganándole la espalda a Deivid .
Para completar el festival de los despropósitos, nada más comenzar la segunda parte, una falta lateral no fue tratada con contundencia y descolocó hasta al meta Razak , lo que dio manga ancha a Alexander para superarle en la segunda oleada del ataque con una vaselina. Eso sí, pudo invalidarse por tocar un jugador blanquiazul adelantado antes de que el esférico superara la línea de gol.
Con el 3-0, el Leganés no amenazó tanto la portería del Córdoba. Aun así en los últimos minutos se reflejó que su ataque superó por mucho a la defensa blanquiverde. Sin duda, un síntoma de que ayer hubo naufragio en Leganés .
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