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José Bretón, el parricida que añora a su familia

El asesino de sus hijos Ruth y José ha solicitado regresar al presidio cordobés de Alcolea para estar cerca de sus allegados

José Bretón, el parricida que añora a su familia archivo

p. garcia-baquero

La última noticia publicada sobre José Bretón, el asesino de sus hijos Ruth y José, en octubre de 2011 fue que no solicitó el permiso penitenciario para ir al funeral de su padre , Bartolomé Bretón que falleció el pasado 18 de abril . Un entierro, en la más estricta intimidad, al que sólo asistieron sus otros dos hijos, con sus respectivas parejas y su viuda, madre de Bretón, que apenas duró unos minutos. Cuando se cumple un año de su sentencia firme, ahora su abogada defensora Bárbara Royo teme que pueda ocurrir lo mismo con su madre, una mujer octogenaria, que también se encuentra enferma. De ahí, que esté pendiente del recurso contra la decisión de Instituciones Penitenciarias presentada por Royo ante el TSJM, y que estará resuelto en los próximos días. El juez se decidirá si Bretón vuelve a la prisión de Alcolea (Córdoba) para estar cerca de su familia.

José Bretón Gómez fue condenado hace ahora un año en sentencia firme a 40 años de cárcel por el asesinato de sus hijos Ruth, de 6 años y José, de 2 años. Un jurado popular lo declaró culpable de un doble asesinato , un fallo que el magistrado presidente de la sala, Pedro Vela , avaló días despues y que prueba que Bretón mató a sus hijos e incineró sus cuerpos como venganza contra su entonces esposa Ruth Ortiz, que le había pedido la separación días antes.

Desde ese 2 de septiembre de 2014 , en que Bretón recibía la notificación de que la sentencia era firme , su día a día en el presidio de Villena es como la de cualquier preso común. Obligado a pasar 8 horas en la celda , sale al patio, se relaciona con el resto de presos de forma normalizada, puede recibir visitas cada fin de semana , disfrutar de un « bis a bis » o asistir a talleres o cursos de formación dentro de la prisión. Este segundo grado le llegó a Bretón vía judicial después de que pasara de prisión preventiva en primer grado a segundo grado y, tras la sentencia firme, tuviera su abogada que volver a recordarle al juez de vigilancia penitenciaria que no tenía sentido volver a primer grado si ya se le había concedido el segundo con anterioridad.

Hasta que no cumpla una cuarta parte de la pena desde que ingresó en prisión no puede obtener permiso alguno. De lo que habla Royo son de cuestiones legales como que está pendiente de resolverse la petición de traslado desde Villena a Alcolea(Córdoba) porque la Ley General Penitenciaria no contempla el destierro, que es lo que se ha hecho con él. «Una cuestión es la pena privativa de libertad y otra de destierro», quiso aclarar la letrada.

El caso es que a juicio de Royo, Instituciones penitenciarias esgrimieron «razones absurdas, que no entraban en la Ley, como que Bretón quería protagonismo». Estamos a la espera de que se resuelva el Recurso en el TSJ de Madrid , para que se anule en un contencioso contra Instituciones Penitenciarias por esta decisión. A principios de verano volvieron a solicitar su traslado porque, a juicio de Royo, «hay un español que está a 600 kilometros de su domicilio , sin pertenecer a banda armada ni organización criminal, que son las únicas causas por las que suele alejar un preso de su casa», reitera.

En cualquier caso, Bretón, podrá solicitar su primer permiso para salir a la calle en 2017. De acuerdo con la limitación máxima de condena a 25 años, no cumplirá los 40 años a los que fue sentenciado.

Pero sin duda, la víctima de este drama es Ruth Ortiz , la madre de los pequeños que quiere vivir en la más absoluta intimidad, y de la que poco se sabe excepto que envió una carta a una madre gallega a la que también su ex pareja arrebató la vida de sus hijas el pasado año, reivindicando la defensa de las mujeres en casos de malos tratos y exigiendo que la ley las proteja para que ellos no puedan ejercer la violencia con asesinatos a sus hijos.

Toda esta historia podría haber tenido un final incierto de no ser porque el profesor de Medicina Forense Francisco Etxebarría , que recientemente ha participado en la exhumación de Cervantes , fue llamado por la familia de la madre de los niños, y hubiera dado en el clavo recabando las pruebas que han llevado a Bretón al calabozo 25 años . En declaraciones exclusivas a ABC, Extebarría explica que este caso es «uno más» de los que ha manejado porque toda la vida como profesional forense, «siempre he estado en este tipo de cosas», y que llegó a él un poco de casualidad. En el caso de Bretón, este profesor asegura que el examen de los huesos de los pequeños Ruth y José «no es de los difíciles en el punto específico mío, pero la repercusión con esa trascendencia social fue muy alta , y el resto de casos no trasciende». « Mi opinión cambió la línea de investigación , y finalmente se pudo resolver todo, pero no se puede olvidar que son muchas más gente, y profesionales y laboratorios y policía científica de Córdoba los que habían realizado un trabajo muy correctamente, y es por lo que luego terminaba de articularse todo y de esa manera tener esas herramientas que necesitaba la Fiscalía de Córdoba para acusar firmemente a Bretón», matiza con la mayor humildad posible.

Extebarría está convencido de que si la tarde en la que desaparecen los niños y Bretón pone una denuncia, la Policía no le hubiera acompañado a su casa y a la parcela no se hubieran percatado de los restos de la hoguera y, a las pocas horas, todo hubiera desaparecido.

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