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EL DEDO EN EL OJO

POR TRIPLICADO

MARIO FLORES

Durán pone todas las trabas posibles para que la oposición presente iniciativas en el Parlamento andaluz

Se trata de una deliciosa pieza de una duración de poco más de treinta minutos. En ella, Narciso Ibáñez Serrador nos ofrece una inquietante historia en la que el actor principal es engullido lentamente por el asfalto caliente de la calle ante la mirada impía de los viandantes que por allí pasan. Sólo uno de ellos se conduele de su dramática situación y recurre a la autoridad competente («Sección de pozos, grietas y socavones») para intentar que el órgano pertinente salve a la criatura de tan aparatoso final. Pero todo es en balde, porque el burócrata de turno pone mil y un impedimentos mientras profiere reiteradamente el soniquete que le exige al piadoso vecino presentar la petición «por triplicado». Finalmente, y ante las dificultades que interpone el sistema, unido a la impasibilidad de los transeúntes, el desafortunado protagonista termina engullido por el asfalto dejando, como testimonio de la infamia a modo de lápida, su sombrero canotier sobre el derretido pavimento.

Hablamos de una de aquellas fantásticas «Historias para no dormir» que en 1966 nos ofreció Chicho Ibáñez Serrador y que se tituló «El asfalto». Sugiero al lector no pierda la oportunidad de buscarla en Youtube y disfrutarla. Me ha venido a la cabeza esta onírica delicatessen a cuenta de nuestro paisano Juan Pablo Durán (presidente del Parlamento andaluz) en su torcido proceder en el desempeño de sus funciones como baranda del régimen (que no como imparcial moderador del debate político andaluz, según debiera).

El presidente del Parlamento y sonriente socialista acérrimo (mucho más lo segundo que lo primero) ha maniobrado torticeramente para que los grupos parlamentarios que deseen presentar iniciativas legislativas, tengan las mayores trabas posibles. Y para ello les va a exigir a partir de ahora que acompañen las mismas de una exposición de motivos, un informe jurídico y un cálculo del coste económico de la medida propuesta; o sea, ¡¡por triplicado!! Así como el protagonista de «El Asfalto» desaparecía bajo el pavimento al dictado del infame «por triplicado», de igual modo la democracia en Andalucía se va enterrando bajo el asfalto andaluz que el régimen va derritiendo para hacer desaparecer a la oposición.

—«¿Iniciativas legislativas dice? ¡¡Por triplicado!!»

Y Ciudadanos haciendo de comparsa impávida, precisamente igual que aquellos otros «ciudadanos» que dejaron perecer bajo el suelo al desafortunado protagonista referido. Todo cuadra hasta establecer una inquietante analogía. Juan Pablo Durán, sonriente socialista acérrimo antes que presidente, ostenta el negociado de «pozos, grietas y socavones», al que recientemente ha añadido el de «cunetas»; ya saben, él es de la opinión de que la derecha sólo sabe disparar y dejar los muertos socialistas en las zanjas. ¿Será por eso que ahora quiere hacer uso privativo del asfalto de todos? Sea valiente y cuéntelo: ¡por triplicado!

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