CAÑETE DE LAS TORRES
Una joven de 105 años
Francisca Ruano Romero apaga una vela más por encima del centenario

DICEN que la mujer libra es la mujer ideal. Y, en el caso de Francisca Ruano Romero, además, lleva a gala esa actitud durante 105 años, cumplidos el pasado día 8 de octubre. Nació, pues, en el año 1910, en Cañete de las Torres. Allí, se crió, se hizo mujer, y sobre todo, persona, la principal cualidad de esta cañetera, según sus vecinos. Se casó con Cristóbal Luceno Olaya, que falleció hace 33 años. No fue fácil esa pérdida para la familia, dedicada históricamente a la alfarería. Tal es así, que en su casa, ubicada en la calle Cristóbal Colón, 6, aún se conserva una placa que suscribe: «Antigua alfarería Familia Luceno 1898-1989». Francisca recuerda con nostalgia aquellos tiempos, pero, tras fallecer su hijo Tomás, el oficio de la alfarería desapareció en Cañete de las Torres.
«Su espíritu no dice la edad que tiene, porque es muy alegre», afirma su hija
Toda su vida, incluso sin necesidad, la pasó trabajando, y especialmente, sonriendo. «Su espíritu no dice la edad que tiene, es muy alegre y vital», asegura Ana María, su hija, 80 años. Tales son sus ganas de hacer y hacer cosas, que pese a su artrosis en las manos, aún mantiene la precisión necesaria para hacer ganchillo, que regala a familiares, amigos y vecinos. Y si no estás casado, al regalártelo, te dirá, «para tu mujer, que coja la olla».
Y pese a su artrosis de cadera, que la mantiene en silla de ruedas, goza de una salud estupenda. Ni azúcar, ni anemia, y el secreto puede ser beber leche, casi dos litros diarios. Este puede ser uno de sus secretos de vitalidad. Y es que es muy consciente de que es una privilegiada. Y siempre está bromeando. « ¿Yo vieja? Pero si soy muy joven», resume.
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