la clave
Dos veces Florin
El delantero rumano explota sus virtudes para remontar y ganar el partido ante el Numancia

Algunos entrenadores, en sus charlas técnicas, se limitan a pedirles a sus jugadores estrella que sean ellos mismos sobre el campo. ¿Qué si no podría haberle dicho, por ejemplo, Luis Aragonés a Xavi en 2008? Quizá José Luis Oltra le sugiriese lo mismo a Florin Andone antes de enfrentarse al Numancia . «Sé tú mismo». Y, de ser así, el delantero de Joldesti se lo tomó a pecho.
Al conjunto blanquiverde le tocó remontar un partido que se puso cuesta arriba desde el arranque. Apretar los dientes, sufrir y explotar la pegada de sus hombres de arriba. Una fórmula para la que parece estar diseñado y enseñado el equipo de Oltra y en la que se siente especialmente cómodo y protagonista Florin, que se convirtió en el héroe de la tarde con un doblete que resume de una forma clara esas virtudes que enamoraron desde su debut a El Arcángel .
En el primer gol, que servía para consumar la remontada momentánea (2-1), el internacional rumano corrió, como en otras cien jugadas del partido, a por un balón imposible. La diferencia, sin embargo, fue que en ése encontró premio. Le robó la cartera al central y superó con la zurda a Munir . Combatividad, esfuerzo, velocidad y fe que valieron una diana con sello propio.
Para la segunda de su cuenta particular, tercera del Córdoba, todavía tendría que esperar. Entretanto, luchó, presionó al portero rival y a la zaga rojilla en la salida de balón, tiró un sinfín de desmarques aun a sabiendas de que no le llegaría ningún pase... El «Florin, Florin, Florin, Florin...» de la grada pagaba de algún modo la briega incansable del «10» blanquiverde.
Aunque no sería gracias a sus cualidades más conocidas como firmaría el 3-2 definitivo. Pedro Ríos, a balón parado, puso un misil en el área pequeña. A por él, con la cabeza por delante, acudieron muchos. Pero nadie con la decisión, la valentía, la anticipación y el don de la oportunidad del rumano . Las virtudes del «otro Florin». Testarazo y balón a las redes. El punta cordobesista había sido él mismo por partida doble y había ganado el partido.
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