Pasión en Córdoba
Las oraciones que quedaron en el palio de la Virgen de las Lágrimas de Córdoba
La reforma del paso saca a la luz plegarias escritas por algunas de las bordadoras que trabajaron en los años 50
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Hay oraciones que se hacen con los labios cerrados y otras se bisbisean para que sólo las escuche la imagen a la que se dirigen. A veces se escriben y se guardan en lo que parece un lugar escondido y cuando se encuentran, más de medio siglo después, además de plegarias son confesión de fe y de confianza.
La hermandad de la Misericordia está en pleno proceso de reforma del paso de palio de Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo y eso supone, entre otras muchas cosas, pasar a nuevo terciopelo de color malva los bordados.
Los operarios del taller malagueño de Juan Rosén encontraron entre el terciopelo y los bordados tres pequeños papeles en que tres de las bordadoras habían escrito sus oraciones a la Virgen. Para Ella hacían ese conjunto y allí quedaron sus peticiones.

La hermandad de la Misericordia encomendó los bordados a las religiosas Adoratrices, que tenían un colegio en el antiguo palacio del Vizconde de Miranda, muy cerca de la iglesia de San Pedro. En el palio debieron de participar alumnas y antiguas alumnas, además de las propias monjas.
Ellas escribieron sus oraciones, que permanecieron junto a la Virgen cada Miércoles Santo. Así, María de los Reyes de los Reyes dejó: «Madre mía, que yo guarde siempre mi pureza como una perla preciosa y que sea siempre el ejemplo de todas. Te pido por mi familia para que todos se salven. Tu hija, que te quiere, María de los Reyes».

No es muy distinta la de Soledad: «Madre mía, que yo sea buena y que mi hermana se salve. También te pido la fe para todos los que no te quieren como Madre». En su texto habla también de la pureza propia como algo fundamental.
El escrito más largo lo firma una joven llamada Natividad, que comienza así: «Madre mía, bajo tu manto quiero vivir y entre tus brazos quiero morir». También pide «antes morir que pecar» y que su madre y su hermana se perdonen. Muestran una piedad sencilla

Las oraciones se introdujeron bajo los óvalos con el anagrama del Ave María que están en la bambalina frontal (estrenada en 1950, para la primera salida de la Virgen) y la trasera (realizada, como el resto del conjunto, entre 1958 y 1959).
No es el único papel curioso: se utilizó como soporte para dar forma a un óvalo un sobre dirigido al «gobernador civil, delegado provincial de Abastecimientos y Transportes», con registro de salida de abril de 1958 y matasellos del año siguiente. Justo cuando el palio se estaba terminando de bordar.

La corporación del Miércoles Santo de Córdoba ha tomado fotografías de las plegarias y los ha devuelto al lugar en que los dejaron sus autoras, para que sigan rezando como lo han hecho en estos más de 60 años.
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