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ARTÍCULO

Antonio Gala y las procesiones en sus «Charlas con Troylo»

A lo largo de su trayectoria literaria, el escritor ha hecho referencia en varias ocasiones a la Semana Santa

Antonio Gala, durante un acto de su fundación ARCHIVO

R. C. M.

Hablar de Antonio Gala es hablar de uno de los escritores españoles más importantes del último siglo . Nacido en Brazatortas (Ciudad Real), Gala siempre se ha sentido cordobés, pues desde temprana edad se trasladó a vivir a la capital cordobesa, donde creció y escribió algunas de sus primeras obras . Decenas de premios y reconocimientos avalan su trayectoria literaria, pero lo que muchos cofrades cordobeses desconocen es que Gala ha escrito en más de una ocasión sobre las procesiones de Semana Santa , dedicando incluso un sentido soneto al Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas

En su libro «Charlas con Troylo» , publicado en 1981, el escritor relata en un artículo una fantasiosa conversación con su perro Troylo, donde reflexiona sobre las procesiones de Semana Santa en Andalucía. En un comienzo directo, Gala señala que medir las procesiones de Semana Santa por los raseros de la iglesia católica «es empequeñecerlas de antemano» , ya que querer que un pueblo del sur se asemeje «en sus fervores y en sus ritos» a otros de un clima más frío «es pedir peras al olmo».

Dos vocaciones

Tras este inicio contundente, el escritor se adentra en clarificar el origen de la celebración , señalando que en las procesiones andaluzas se dan dos incomparables y eternas vocaciones : «gozarse porque la humanidad ha sido redimida por el hombre, y gozarse porque, tras el invierno, reaparece la caricia floreciente del sol ». Por esta razón, para el escritor no hay motivo de lágrimas, todo es «exultación y esperanza y jolgorio» .

Más adelante Gala no duda en decir que « gobierne quien gobierne, y se adore quien se adoré , hay un plenilunio entre marzo y abril en que se debe respirar hondo y bendecir la vida». De esta forma destaca que la Semana Santa, al igual que ocurre con otras festividades como la Navidad, están ubicadas en espacios temporales donde en otro tiempo se celebraron otro tipo de celebraciones , como la fiesta de la recolección y la vendimia o la de la bienvenida del verano.

Posteriormente, en plena conversación con Troylo, el escritor resalta algunos de los aspectos más característicos de la Semana Santa andaluza , como por ejemplo «el mareante olor del azahar», «las saetas sobrevolando el silencio» o «el indecente tiento con que bailan los varales de un palio» . Para finalizar, Gala vuelve a discernir sobre lo que es o no sagrado o sobre si esta fiesta es o no pagana, para acabar con una chanza sobre los costaleros . «De cada costalero depende la hermosura». «Y de todos a un ritmo depende que el santo no se vaya a hacer puñetas , Troylo, bendito sea el Señor».

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