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PATRIMONIO

Diez años de la «reaparición» del manto de los bolillos de la Virgen de los Dolores de Córdoba

La hermandad lo rescató en 2007 para ataviar a la Dolorosa en su camarín

La Virgen de los Dolores, con el manto de los bolillos VALERIO MERINO

R. C. M.

El conocido como manto de los bolillos es una de las piezas más desconocidas y singulares del ajuar que posee la Virgen de los Dolores. Un manto realizado en seda morada e hilos de oro y plata que la «Señora de Córdoba» sólo ha lucido en contadas ocasiones, como el Viernes Santo de 1916. Así las cosas, en octubre de 2007 la Virgen de los Dolores aparecía ataviada por sorpresa con esta curiosa pieza, un hecho del que en 2017 se cumple su décimo aniversario. Su delicado estado de conservación ha impedido exhibirlo en otras ocasiones.

La historia del manto es bastante curiosa y singular. Lo realizó en Madrid la encajera cordobesa Rosario Díaz después de haber visto el año anterior la procesión de la imagen. En enero de 1916 lo ofreció a la hermandad de los Dolores por casi 10.200 pesetas , un gasto que la cofradía no podría afrontar. Pocos días después, la prensa daba cuenta de una visita de la Reina Victoria Eugenia , a la sazón camarera de honor de la hermandad servita, a un taller de encajes de Madrid donde se elaboraba un manto para una imagen de la Virgen.

Presente en la Semana Santa de 1916

A pesar del elevado precio, la astucia de la artesana hizo que el manto recalara finalmente en Córdoba gracias a Juan Eusebio Seco de Herrera , magistral de la Catedral y primo suyo . De hecho, la pieza se expuso el 1 de abril de 1916 en un escaparate, pero sin embargo no fue del gusto del pueblo. Posteriormente, el 11 de abril la cofradía de los Dolores celebró una acalorada junta general en la que se decidió que en Semana Santa se le pondría el manto de Alburquerque, pero las presiones del magistral terminaron por conseguir que estrenara el de los bolillos.

A raíz de este hecho, el manto se quedó en San Jacinto tras una suscripción popular en que se sacaron 1.784 pesetas, y desde entonces nunca más lo llevó la Virgen de los Dolores, hasta que se expuso en 1995 con ocasión de un besamanos de la Virgen, y en la Magdalena en 1999 . Finalmente, en 2007, la Dolorosa apareció vestida por sorpresa en su camarín con el manto de los bolillos.

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