La historia del primitivo Simpecado de la hermandad del Rocío de Córdoba

El pasado sábado la hermandad del Rocío de Córdoba vivió una jornada histórica con el traslado de su primitivo Simpecado desde la iglesia de San Francisco y San Eulogio hasta la Real iglesia de San Pablo. Un acto que simbolizó la recuperación de una insignia histórica para la filial cordobesa, tras la cesión por la que ha permanecido en los últimos 15 años en el museo Julio Romero de Torres.

Este Simpecado, bordado en oro por las madres Adoratrices de Córdoba , fue realizado en las primeras décadas del siglo XX a instancias del famoso rejoneador cordobés Antonio Cañero . Dicho encargo nació de un grupo de rocieros cordobeses que en 1935 quisieron fundar una hermandad del Rocío en Córdoba. Sin embargo, el estallido de la Guerra Civil Española dio al traste con el sueño de crear una corporación filial en la ciudad.

La insignia, gracias a la intercesión de la familia Natera, se depositó en el convento de Santa Marta , donde fue custodiado por las monjas de clausura. Allí permaneció durante 40 largos años hasta que en Córdoba volvió a surgir un movimiento rociero que tuviera la intención de crear una hermandad del Rocío en la ciudad. De esta forma, el día 5 de febrero de 1978 se celebró en la iglesia de San Basilio la misa fundacional y la primera imposición de medallas de la actual hermandad filial cordobesa.

A partir de ahí comenzó una etapa de consolidación que culminó en el año 1987, cuando la hermandad del Rocío de Córdoba realizó por primera vez el camino hasta la aldea almonteña de manera completa . Durante este tiempo, la nueva hermandad recuperó el primitivo Simpecado, que realizó ininterrumpidamente el camino hasta los primeros años del 2000 . Entonces, la junta de gobierno de la filial cordobesa decidió realizar un nuevo Simpecado, a semejanza del anterior, ya que este se encontraba bastante deteriorado .

Así las cosas la corporación decidió ceder la pieza al museo dedicado a Julio Romero de Torres, ya que su pintura central está atribuida al reconocido pintor cordobés . Se trata de una pintura en forma de óvalo, de unos cuarenta centímetros de altura, con tela como soporte y realizada a óleo y temple . En la misma se pueden contemplar los tonos azules característicos de la obra de Romero de Torres y d estaca el claroscuro del fondo , que sirve para realzar la belleza de la Virgen. Ahora, los hermanos del Rocío podrán volver a disfrutar de una pieza histórica.