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PASIÓN EN CÓRDOBA

Semana Santa de Córdoba 2018: María José Sánchez invita en su pregón a vivir la alegría de la fe en la calle

Realiza una emocionante disertación marcada por las vivencias personales

María José Sánchez pronunciaando el pregón de Semana Santa ROLDÁN SERRANO

LUIS MIRANDA / R. C. M.

Con un ejercicio de confesión ha pregonado la Semana Santa de Córdoba 2018 María José Sánchez , que al mismo tiempo que proclama su fe cristiana y el orgullo de su condición de cofrade ha desvelado sus vivencias y cómo sus titulares le han marcado el camino. Profundamente personal, como quería . De titulares, como había anunciado alguna vez, o al menos de frases cortas pronunciadas con rotundidad que emocionaron al auditorio. Y para eso tenía que empezar con la palabra tal vez más repetida de su intervención en el Teatro Góngora: «Paz» .

«A la dulzura, la gracia y la pureza , arrebato de suspiros, la que entiende mis lágrimas, esperanza de mis temores, a la que agradezco mis alegrías y la que frena mis delirios y sinrazones», comenzó implorando a su imagen que le mirase «con compasión» nada más subirse al atril, después de que la presentara el periodista José Antonio Luque, pregonero de 2005. También entonces recordó a su padre, Manuel Sánchez Romero , ya fallecido, que le transmitió la fe y al que hubiera querido tener en esos momentos. Su capítulo de invocaciones siguió con el Espíritu Santo, al que imploró que pudiese ser esa noche «un instrumento de Paz» y después le habló a su ciudad, a Córdoba, a la que contó, que « en el sagrario está la verdad y que una cofradía sin fe no es nada , que llevar una vara es representar, no aparentar».

A partir de ahí engarzó una vivencia: el momento en que llegó a su hermandad de la mano de su hijo : «Nunca agradeceré bastante a mis padres, porque fueron ellos, haber confiado, nuestro hijo a la Paz. Cuando mi niño, en una Fiesta de Regla, con tres años, fue solo, decidido, andando por el pasillo, que lleva al sagrario donde vive Dios, a que le impusieran la medalla de la hermandad, desde ese momento supe que la cofradía corría por nuestras venas y que siempre, siempre, seríamos cofrades». Insistió en la necesidad de la fraternidad en la hermandad y recordó que en ellas se debe «escuchar a quien lo necesita, hacer familia, construir una sociedad justa, en libertad». Por ahí llegó a la Semana Santa: « Ábrete, Córdoba, a los ríos de nazarenos que ocultan su rostro y retratan el alma . Ábrete, Córdoba, a la Pasión, a los altares andantes, a la religiosidad popular, a los calvarios floridos, a los palios de belleza infinita».

Evocación al Domingo de Ramos

Comenzó evocando el Domingo de Ramos en sus advocaciones y cofradías, pero también en la contradicción de mezclar el gozo con lo que se escapa, y desveló sus devociones. Por ejemplo, el Señor de la Oración en el Huerto y el Rescatado . Recordó entonces a su abuela, que a pesar de que apenas podía hablar por una enfermedad un día le susurró el nombre de Jesús Caído, que permanentemente tiene asociado a ella. Y también a su madre, enferma mientras redactaba el pregón. Eran mujeres y habló de ellas, de que su incorporación al mundo de las cofradías todavía no está completa y de que sólo ha habido, con ella, tres pregoneras, y una Cofrade Ejemplar.

También tuvo palabras para los nazarenos , vosotros, nazarenos: «Rezáis, lloráis, sois promesas de causas cumplidas y dais gracias al que sólo puede ayudarnos. Capirotes esbeltos que os acercan más al cielo, sin que nadie sepa, nazareno penitente, qué pides y quién eres». Tras reivindicar la madrugada del Viernes Santo, sonó una saeta dedicada a Jesús Nazareno que conmovió a los asistentes.

Llegaron sus momentos más intensos al lado de dos imágenes capitales de la Semana Santa. Primero, la Virgen de los Dolores: « Señora cordobesa, joya enlutada , Rosa de aroma a llanto sin consuelo. Flor servita, qué tristeza y dolor en tu pálida cara. Lágrimas derrama el cielo, la noche del Viernes Santo, y tú, Madre, las escondes bajo tu manto». Luego, las Angustias: « ¿Dónde queda la dicha de la mujer sin pecado que en sus brazos acunaba el fruto bendito de su vientre? Mientras paseas tu pena por Córdoba recuerdas, Madre, el gozo de Belén. Entre pajas, acariciabas la piel que estrenaba vida, y ahora sientes en tu regazo la frialdad del cuerpo inerte».

Pero tenía que acabar con alegría y así lo hizo. « Porque resucitas, tengo esperanza . Porque resucitas, supero los temores. Porque resucitas, lucho contra las injusticias», dijo. Y terminó con la invitación a vivir lo que se avecina: « Córdoba, hazte Calvario, de barrio a barrio, a golpe de martillo y compás . Yo, humilde pregonera, os invito a la alegría de la fe en la calle». Su pregón terminó entre aplausos con la misma palabra con la que había comenzado. «Siempre de frente, Semana Santa cordobesa. Con respeto y libertad, Paz» .

La decoración

En esta ocasión, el cofrade y florista cordobés Rafael Cuevas ha sido el elegido por la Agrupación de Cofradías para decorar el escenario del Teatro Góngora. La Cruz Guiona , como suele ser habitual en el Pregón de Semana Santa, presidía el escenario sobre un frontal de altar bordado en oro del siglo XVIII , perteneciente al ajuar eucarístico de la parroquia de San Nicolás. El exorno floral, por su parte, consistía en diferentes variedades de flor en tonalidades rosa y malva , buscando algo más de «feminidad», al ser una pregonera la encargada de anunciar la Semana Santa de Córdoba 2018.

Junto a la pregonera, se situaba una mesa con algunos elementos expresamente pedidos por ella . Así, se podía observar una fotografía de la Virgen de la Paz, concretamente la famosa instantánea en blanco y negro en la que la Dolorosa aparece vestida de hebrea en el huerto de los Capuchinos. También había algunos elementos de la hermandad de la Estrella, en este caso dos bocinas como símbolo del anuncio de la Semana Santa y un San Rafael, que es el que preside la carreta de la hermandad del Rocío de Córdoba. Finalmente, como homenaje a Pablo García Baena , se ha puesto un atril con «El retablo de las cofradías», el pregón que el desaparecido poeta cordobés pronunció en 1979.

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