La solidaridad se hace cera en la Vera-Cruz

La Semana Santa de Córdoba está cargada de gestos simbólicos. Algunos saltan a la vista y otros, en cambio, están más ocultos, discretos, cumpliendo su función sin necesidad de que nadie lo sepa. Ayer noche, la hermandad de la Vera-Cruz procedió a fundir los cirios en honor a dos congregaciones religiosas y dos asociaciones. En total, cuatro cirios que irán delante de la imagen de María Santísima del Dulce Nombre para iluminar su rostro en nombre de estas organizaciones.

El acto, sencillo y como un ritual, comenzó en torno a las nueve de la noche en la parroquia de San José y Espíritu Santo. La candelería del palio de la Vera Cruz recibió cuatro cirios como ofrenda en honor a las Madres Filipenses y las Hermanas Mercedarias, dos congregaciones religiosas muy vinculadas con la cofradía. El otro par de cirios son un ofrecimiento a la Virgen por la asociación Autismo Córdoba y la de Vecinos del Puente Romano. Cuatro instituciones, cada una con sus propias singularidades, unidas y dando luz al rostro de María.

La fundición consiste en todos los pasos que hay que realizar para que los cirios queden totalmente colocados y alineados en el palio. De este modo, el primer paso es colocar la peana, donde se funde un poco de cera. Así, al calentar y derretir los últimos centímetros del cirio, éste quedará unido a la base de la mesa. Al instante es necesario envolver esa unión con un paño bien frío para que la cera comience su solidificación. Es entonces cuando hay que nivelar los cirios para que formen una hilera recta y en consonancia con el resto.

Será el Lunes Santo cuando estos cirios acompañen a la Virgen del Dulce Nombre en su camino por las calles de Córdoba. Cuatro pequeños y solemnes gestos que harán que ésta vele por el devenir de esas cuatro corporaciones. Cirios simbólicos como ofrenda de cariño hacia la imagen titular de la hermandad de la Vera-Cruz .