procesión
Una jornada de devociones y recuerdos en Electromecánicas que la lluvia casi empaña
La prohermandad de la Conversión celebra la procesión de la Virgen del Rosario a pesar de las precipitaciones matinales

La lluvia pudo empeñar ayer la procesión de la Virgen del Rosario , la titular de Gloria de la prohermandad de la Conversión, pero finalmente todo quedó en nada, en un mero susto. Lo único que hizo el agua que cayó en Córdoba fue obligar a los componentes de esta corporación radicada de la barriada de las Electromecánicas a desmontar los altares que habían dispuesto a lo largo del recorrido, espacios sagrados que luego fueron restituidos al mismo tiempo que el sol comenzó a apartar las nubes.
El cortejo salió con puntualidad, a las 11.00 horas , justo después de celebrar la misa en el templo. Allí se encontraban tanto parroquianos que habían acudido a la eucaristía previa como los fieles de la Virgen, algunos procedentes de esta barriada y otros del resto de la ciudad. A todos ellos se le sumó el algo más de medio centenar de personas que participaron en el cortejo y la cuadrilla costaleros.
La jornada se fue animando al mismo ritmo que el sol iba apartando los nubarrones matutinos, hasta el punto de que cada vez había más y más personas en las calles de las Electromecánicas.
Cánticos y ofrendas
La procesión se desarrolló durante algo más de tres horas y media , un tiempo más que suficiente para darse cuenta de que la Virgen del Rosario despierta fuertes devociones. Hubo momentos de especial emotividad. Entre ellos fueron destacables tanto el paso por la residencia de ancianos , donde recibió cánticos y un ramo de flores, y en la flamante plaza homónima a la titular de la prohermandad. Allí mismo había instalado un altar.
A las 14.45 horas, la Virgen del Rosario entró en su templo y dejó muchas lágrimas en los ojos entre los que se habían desplazado a verla recogerse.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete