El agua en alta a Las Jaras ya va de camino

La empresa municipal de aguas de Córdoba, Emacsa, ha empezado a dar pasos para que el último barrio legal de la capital sin agua corriente de la red pública disponga de estos servicios. La sociedad ha empezado a encargar por medio de contratos menores los asesoramientos técnicos previos con el objetivo de redactar el proyecto para llevar agua en alta desde la toma más cercana a la urbanización de Las Jaras, una zona que se creó con todos los papeles en regla pero cuyo abastecimiento sigue en manos de una empresa privada, que utiliza el llamado lago de la Encantada. Emacsa está desarrollando un ambicioso programa de inversiones a medio plazo que se pretende financiar, fundamentalmente, con deuda y subvenciones.

Se trata de un proyecto complejo. El proyecto es apenas la realización de una tubería. Pero una canalización que han que desarrollar por medio de la Sierra de Córdoba cubriendo, además, una distancia bastante amplia. Las primeras simulaciones sobre una iniciativa de estas características se efectuaron hace años, con el PP en el poder. Los documentos realizados por Procórdoba aseguraban que llevar el agua en bruto a Las Jaras implicaría un coste cercano a los siete millones de euros. Aquel informe proponía realizar la conexión en el lugar más cercano: en el entorno de la barriada periférica de Cerro Muriano. Se trata de un buen trecho. Los vecinos han defendido otras alternativas como la referencia de Trassierra.

La cuestión es que el Consistorio no puede dar de lado la cuestión de las Jaras durante mucho tiempo. Y es porque la urbanización se llevó a cabo con una deficiente dotación de infraestructuras como las entidades vecinales han estado reclamando desde hace mucho tiempo. Plantear un barrio legal con viviendas con primera ocupación y que el Ayuntamiento se desentienda de la gestión de servicios como el agua, que tienen carácter básico, sencillamente no es legal. La Confederación Hidrográfica ha multado al Ayuntamiento de Córdoba porque la prestación del servicio de agua se estaba realizando directamente por un privado sin que mediase una concesión o un control público.

En segunda instancia, la llegada del verano, la bajada del nivel del lago y el incremento de población que se sufre en la zona tiene que ver con la calidad del agua. En varias ocasiones, se ha tenido que cortar el abastecimiento como consecuencia de análisis negativos en el agua corriente. Por la presencia de compuestos que no deberían estar ahí. Desde terbutilazina, un compuesto químico que se utiliza en los productos sanitarios, hasta heces humanas.