Un amigo de Blesa: «En Madrid le llamaban ladrón, pero en la Sierra de Córdoba estaba tranquilo»

A Fermín Gallardo se le nota en la voz que vive horas amargas . Acaba de decirle adiós a un amigo de muchos años, a Miguel Blesa , y por la voz le sale por la garganta todavía con el mal trago. Aunque señala a la «presión» como desencadenante de su trágica muerte en Villanueva del Rey (Córdoba), atiende con amabilidad al teléfono para contar cómo era la vida que hacía en la finca Puerto del Toro , de la que él era administrador.

Antes de los problemas con la justicia y de la caída de Caja Madrid venía una vez al año. Después empezaron a ser más frecuentes las visitas. Miguel Blesa podía retirarse allí del mundo. «En Madrid no podía salir a la calle, porque enseguida le llamaban ladrón , aquí estaba tranquilo», relata mientras habla de sus visitas a Villanueva del Rey y del trato con las gentes del pueblo, que le llamaban «Don Miguel» y le apreciaban y respetaban. Y le gustaba pasear por las calles del pueblo y comer en alguno de los restaurantes.

Las acusaciones no cambiaron para Fermín Gallardo el trato con Miguel Blesa. «Era amigo mío desde hacía 25 años y no iba a dejar de serlo por haber caído en desgracia », sentencia. Sus últimas visitas eran sobre todo para desconectar. «No hace mucho vino con su hija, su yerno y sus nietos», cuenta, pero ya cazaba poco, «y aunque se le dijera que había un cochino [ jabalí , en la Sierra de Córdoba] grande que podía matar no le interesaba».

No hablaba nunca de sus problemas. Le gustaba desconectar. La justicia seguirá ahora su camino y dentro de unos meses llegarán las sentencias y las responsabilidades, pero en el paraíso de la Sierra de Córdoba que escogió para marcharse se le recordará como a un amigo.