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Rafael González - LA CERA QUE ARDE

Avalistas

Es la política de Chiquito de la Calzada. Tres pasos hacia delante y uno hacia atrás

SE nos han llenado las redes sociales de avalistas . Algunos aparecen firmando, con el cuello torcido, como el que se copia en un examen y otros hacen del gesto de firmar una especie de rúbrica de un decreto ley o similar. Les va el sueldo en ello. Son las adhesiones inquebrantables que se suelen quebrantar cuando el avalado huele a muerto o futuro cadáver . La vida es así, no la he inventado yo: los avalistas son tus amigos a los que les pagas las copas. Cuando ya no hay barras libres, desaparecen.

Así que tenemos en estas fechas un enorme entretenimiento viendo los posicionamientos públicos de la dirección de voto hacia el candidato o candidata en ciernes, lo cual no quiere decir que la papeleta que se introduzca en aquello que los partidos tengan como urnas -no sé cómo se denomina el depósito donde van los votos de la democracia interna- sea necesariamente el voto (por llamarlo de alguna manera) que se ha proclamado a los cuatro vientos en el Tuenti . No. Porque los avalistas, ante todo, son supervivientes. Saben nadar y guardar la ropa. Agarrarse al tronco que mejor flota. Arrimarse al sol que más calienta. Hacer un Chiquito de la Calzada en toda regla: tres pasitos para adelante, dos saltitos para atrás. Política «apiticán». Democracia «grijander». Lealtad de la pradera.

Esto es más viejo que el mundo pero ahora se presenta por Facebook: si antes te podían echar de la tribu y morir por inanición si nacías albino o no le reías las gracias al brujo, ahora te arriesgas a quedar fuera del pastel público . Y no están los tiempos como para buscarse la vida por tu cuenta, entre otras cosas porque los que fomentan esta democracia participativa de avalistas por adhesión se han encargado de que la vida esté llena de impuestos para abonar la soldada de todos los que se dedican a firmar y avalar. Si no a ellos, directamente, a los primos, un cuñado, el niño que ha acabado Empresariales o la suegra del polígono extrarradio. Si un niño ha acabado Empresariales no es para montar un negocio sino para sumarse al negocio , y no le culpo, porque el negocio que montara o montase acabaría desmontado o desmontorado a base de impuestos directos e indirectos que no son para pagar médicos y hospitales como nos dicen, sino para todos los avalistas que hay colocados y los que restan por colocar en este sistema endogámico de avalistas, cuñados y egipcios con cuestas B.

Yo en realidad hoy quería escribir sobre la corrupción, las reuniones guapas y los imputados, habida cuenta cómo está la actualidad estos días (que ya son años) con su poquito de detenidos, entrullados, reunidos y comisionados. Pero al final he mirado el Twitter y me he dado cuenta que ya me estaban dando la columna hecha aquellos que avalan con su careto un sistema que no solo es que esté corrompido, sino que de esquilmado solo produce gente de postureo en vez de servidores efectivos y de verdad.

Y suscribo lo que firmo.

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