Córdoba, descolgada del ciclo de crecimiento económico andaluz

El estudio de previsiones de otoño presentado ayer en Málaga por Analistas Económicos de Andalucía, el servicio de estudios ligado a la entidad bancaria Unicaja, no viene sino a corroborar los malos datos que se dieron a conocer en el informe de verano relativos a Córdoba. Fue en julio cuando se puso de manifiesto que la provincia estaba a la cola tanto crecimiento del PIB en el primer trimestre del año como en las estimaciones para el conjunto del ejercicio.

El informe de otoño detalla que la actividad productiva experimentó en Córdoba un aumento del 2,1 por ciento a lo largo de la pasada primavera, mientras que las previsiones para todo el ejercicio se sitúan en una mejora global del 1,9 por ciento. En ambos casos, la provincia se coloca como el territorio con los peores resultados en toda la comunidad autónoma de Andalucía, donde la media en ambos apartados es del 3,1 y el 3 por ciento, respectivamente. Los resultados son aún peores si se comparan las perspectivas de Córdoba con Almería y Málaga, provincias líderes en este capítulo con una mejoría del 4,3 y del 3,9 por ciento.

El lado positivo viene de la mano de la demanda interna con indicadores como el mayor crecimiento en la matriculación de vehículos en la comunidad hasta agosto (+14,2%). El comercio exterior también continuó con buen tono con un alza del 19,4 por ciento de las exportaciones entre enero y julio. En el sector turístico, Analistas Económicos de Andalucía ponen el acento en las buenas estadísticas en la llegada de viajeros (+3,1%) y en las pernoctaciones (+1,2%) a lo largo de los ocho primeros meses del año.

Los datos también fueron buenos en el ámbito inmobiliario, como demuestra el hecho de que la compraventa de viviendas hasta julio experimentó un crecimiento de más del 17 por ciento, hasta llegar a un total de 3.422 operaciones. Frente a lo que ha venido ocurriendo en los últimos años, este avance no sólo es fruto de las transacciones de pisos y casas usados, que se elevaron un 19 por ciento, sino que los nuevos también contribuyeron a esa tendencia positiva con un incremento del 7 por ciento. En esta línea, las hipotecas suscritas subieron un 3,2 por ciento, aunque el importe total prestado se redujo un 3 por ciento.