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ECONOMÍA

Las enseñas históricas de la industria de Córdoba que se tragó la crisis

Numerosas industrias, algunas de ellas históricas, han echado el cierre por los efectos de la recesión

Instalaciones de la extinta Remosur ARCHIVO

P. CRUZ

Detrás de las grandes cifras se esconden nombres de empresas del sector industrial , algunas de ellas centenarias, que han tenido que echar el cierre en los últimos años acosadas por las deudas y por la caída de sus ventas . Otras han conseguido superar esos malos momentos, no sin dificultades. Las administraciones tampoco se lo han puesto fácil a algunas firmas a la hora de continuar con su actividad.

Uno de los casos más paradigmático fue el de Locsa , dedicada a la producción de piezas de cobre y con un siglo de vida. Su cierre se produjo en octubre de 2011 por la decisión de KME -propietaria de la factoría- de no seguir asumiendo las pérdidas en las que había incurrido la empresa en los últimos ejercicios. Un centenar de trabajadores se vieron en la calle. También en 2011 se puso fin a la historia de la fábrica de AGC Pedragosa -sector del vidrio-. Un total de 35 personas se quedaron sin empleo como consecuencia de que la multinacional japonesa propietaria de la fábrica consideraba que ésta ya no era competitiva tras cuatro décadas de funcionamiento.

Un año después era Farebús , especializada en la fabricación de autobuses, la que cesaba en su actividad. Los administradores concursales optaron por la vía de la liquidación al considerar que no había carga de trabajo suficiente para mantener la actividad. Por el contrario, los sindicatos entendían que se podía haber buscado a un inversor para no llegar a su desaparición. Hubo 140 despidos.

Trabajadores de Farebús, que cerró en 2012 ARCHIVO

No terminó aquel año sin que Remosur , compañía dedicada a la fabricación y montaje de estructuras metálicas, entrara en concurso de acreedores por no poder hacer frente a un pasivo de unos 14 millones de euros, principalmente con los bancos. Meses después, esta firma, cuya plantilla rondaba los 140 trabajadores y que en sus mejores tiempos llegó a facturar más de 18 millones de euros, entró en liquidación. Sus instalaciones junto a la autovía A-4 fueron ocupadas hace año y medio por Polímeros GI , perteneciente al sector del uso del policarbonato para múltiples aplicaciones.

El sector agroalimentario también se ha visto sacudido por los concursos. Tras más de 70 años de historia Pan Arenas cerró las puertas de sus instalaciones en el Polígono Industrial de la Torrecilla en 2013 dejando en la calle a medio centenar de empleados. El edificio será la nueva sede de Todolivo en los próximos meses.

Otras empresas fabriles han superado importantes dificultades. Una de ellas es Laboratorios Pérez Giménez , en concurso desde 2011 por un débito de 50 millones de euros y que, finalmente, ha sido adquirida por Pharmex con la idea de recuperar la actividad. Eso sí, más de 200 empleos se han perdido por el camino. La crisis de la construcción también provocó que la actividad de Cosmos se redujera hasta un 25 por ciento de su capacidad total, lo que originó despidos. Eso se une a la presión ejercida desde el Ayuntamiento para que no valorice residuos como fuente de energía. En los últimos años ABB también ha llevado a cabo sendos expedientes de regulación de empleo y Peninsular del Latón superó en 2015 el proceso concursal iniciado un año antes por mantener una deuda de unos 34 millones de euros.

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