Investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO): Álvaro Martínez, una lucha contra los parásitos

Hay parásitos, como es el caso de la «Fasciola hepática» (trematodo parásito del hígado) , que provocan pérdidas globales de más de tres billones de euros anuales, tanto por los casos claros de enfermedad, con los costes de tratamiento y prevención, como por la disminución en la producción de carne, leche y lana en los animales infectados. Una ruina para muchas empresas dedicadas a la agroalimentación, uno de los principales sectores económicos en España. Esto es lo que hace que afloren investigaciones para tratar de contrarrestar unos efectos tan devastadores. Es en este sentido donde cobra protagonismo la Universidad de Córdoba (UCO), concretamente el grupo AGR133 de Parasitología, que tiene al catedrático Álvaro Martínez al frente del equipo.

Este catedrático de Parasitología , natural de Sevilla aunque profesor de la UCO, explica que para entender el sentido de esta investigación hay que partir del hecho de que «hasta ahora, el control de estas enfermedades estaba basado en el uso de fármacos antihelmínticos ». Precisa que «en los últimos años se están detectando cada vez más casos de resistencias a estos fármacos». Todo ello conlleva una «preocupación creciente» por el problema de los residuos farmacológicos en carne y leche. Álvaro Martínez señala que «esto ha llevado a una necesaria búsqueda de medios alternativos para luchar contra estas enfermedades». El principal de ellos es el desarrollo de vacunas frente a estos parásitos. En su caso, se ha centrado en «las respuestas inmunológicas de los pequeños rumiantes», afirma el investigador.

Por tanto, uno de los objetivos más relevantes de esta investigación, puntualiza, es el desarrollo de una «vacuna eficaz y comercialmente viable» frente a la citada «Fasciola hepática». Su obtención es un proceso especialmente complejo, porque «este parásito tiene la peculiaridad de interaccionar con el sistema inmune del hospedador y modular su capacidad de respuesta, induciendo un tipo de inmunidad que permite su supervivencia en el hígado».

Una de las peculiaridades de este grupo es que está implicado en un amplio consorcio europeo (Paragone H2020), que reúne equipos de varios países (Reino Unido, Irlanda, Bélgica, Alemania y hasta Uruguay) con competencias en muy diversas disciplinas. «Nuestra aportación concreta se sitúa en el ámbito de los estudios inmunopatológicos y de los ensayos vacunales en ovinos y caprinos», precisa Martínez. En el campo del control de la Fasciolosis «llevamos más de veinte años trabajando». Inicialmente en el ámbito del diagnóstico, después en el de los estudios inmunológicos y finalmente en el desarrollo de vacunas . La parte cordobesa la integran entre ocho y doce personas.

Resultados, en definitiva, en los que tiene mucho que ver la figura de Álvaro Martínez , un investigador que si bien no se considera absolutamente vocacional sí se puede decir que desde pequeño le inculcaron la veterinaria. Su padre lo fue también, además de profesor universitario e investigador. «Y de esas tres dimensiones, pienso que fue la faceta investigadora la que más me atraía y quizás la que más me acercó a las demás», afirma Martínez.

Desde que comenzó como becario FPI hasta ahora siempre ha existido un hilo conductor, que es la inmunología parasitaria . Ha pasado por el Kuvin Center for the Study of Parasitic Diseases de Jerusalén, Israel ; y también en el INRA de Tours, Francia , hace más de 20 años.