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Baltasar López - Primera plana

Minutos de estruendo

Demasiado ruido este mandato: al que crean las polémicas se une el que hacen los proyectos que dejó el PP al caer derribados

El ruido baja diez días después del polémico e incomprensible minuto de silencio en el Ayuntamiento como condena al bombardeo de Francia contra posiciones del Estado Islámico (EI). Porque ésa fue la protesta que impulsó a viva voz Ganemos, fuerza apoyada por Podemos y que sustenta al cogobierno PSOE-IU. Y a eso se sumó la alcaldesa, Isabel Ambrosio. Si querían, como luego defendió la regidora, lanzar unas lógicas condolencias por las víctimas civiles de la coalición internacional en su campaña en Siria contra los yihadistas, no se citó nada de eso cuando se convocó la controvertida concentración. Probablemente no se explicó bien porque lo sucedido tuvo mucho de postureo de Ganemos. Aunque sus ediles son ciudadanos con gran conciencia social, el día de autos cayeron en la tentación de acaparar las cámaras cuando todas apuntaban a nuestros 29 concejales, unidos ante la barbarie de París.

Porque, ¿cuántas protestas había hecho antes Ganemos en Capitulares contra los bombardeos galos en Siria, que empezaron a finales de septiembre? ¿Cuántas había organizado por los bombardeos rusos que comenzaron hace casi dos meses? Ninguna. Además, si la repulsa al ataque francés contra la capital del Estado Islámico era tan importante, ¿por qué ni Ganemos ni la regidora se lo propusieron al resto de grupos? En el caso del partido, porque hubiera perdido el factor sorpresa y en el de la primera edil porque ni se le ocurrió hacer una concentración así. Quiso ser sobre la marcha una «bienqueda» con la fuerza que respalda a su gobierno y con esa izquierda utópica que no se da cuenta de que ya estamos en una guerra, por mucho que las aborrezcamos. No la empezamos nosotros, pero debemos librarla y con las armas sólo no bastará para ganarla.

No es la primera vez que este bipartito (tripartito en la sombra) entra como un elefante en una cacharrería. Sin ir más lejos, a primeros de mes, IU intentó, con Ganemos, que el Ayuntamiento se sumara oficialmente a una campaña de boicot a Israel, país al que, como a Palestina, la comunidad internacional -no nuestro Consistorio- debe pedir cuentas. El PP frenó con sus votos -el PSOE se abstuvo- un despropósito especialmente grave cuando Córdoba aspira a captar al acaudalado turista judío y permitió al primer ministro Netayanhu respirar aliviado tras temer que el bloqueo de Capitulares hubiera desequilibrado el eterno conflicto árabe-israelí.

Son demasiados minutos de estruendo este mandato: al ruido de las polémicas se une el que hacen los proyectos que dejó el PP cuando caen derribados por PSOE e IU. Lo que no oímos es al cogobierno presentar sus grandes planes y actuaciones para la capital. Por ahora, sólo hay silencio, pero 43.421 parados esperan escuchar hablar a este bipartito de algo que no sean conflictos internacionales y herencia recibida.

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