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EFEMÉRIDES

Quince años del polémico Puente de Miraflores de Córdoba

Inaugurado por todo lo alto en 2003, costó 11 millones de euros; ni estética ni usos han convencido

La pasarela de acero córtex del Puente de Miraflores sobreimpresionada con el Puente Romano de Córdoba V. MERINO

F. J. POYATO

El puente de Miraflores de Córdoba cumple quince años de vida. Un 2 de mayo de 2003 fue inaugurado en un fastuoso acto de fuegos artificiales, globos y fines electorales, ya que a pocas semanas se celebraron los comicios locales de 2003 donde Rosa Aguilar venció por mayoría simple, pese a que el paso sobre el Guadalquivir fue una operación del socialista José Mellado , su socio de cogobierno entonces.

La cuarta pasarela que cruzaba el Guadalquivir a su paso por Córdoba costó cerca de 11 millones de euros , ya ha sufrido numerosas fisuras que forzaron arreglos urgentes, destrozos de tipo vandálico e incluso algunas inspecciones técnicas. Incluso un pulso en los tribunales entre los organizadores del evento inaugural y el Ayuntamiento de Córdoba .

A todas estas dificultades que han alimentado toda una «leyenda negra» se han sumado los debates acerca de una cuestionada estética por su piel de acero córtex sobreimpresionada a la del Puente Romano desde algunos puntos, y su utilidad real -poco tráfico el que circula por él- que le han acompañado desde el principio.

Inauguración del Puente de Miraflores de Córdoba el 2 de mayo de 2003 RAFAEL CARMONA

La construcción corrió a cargo de Sacyr, que a su vez fue contratada por el Grupo Prasa, que llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Córdoba para destinar a la obra el dinero que costaban los aprovechamientos urbanísticos que debía cederle y las sanciones impuestas por el retraso del parque industrial de Tecnocórdoba.

El puente de Miraflores fue el sustituto tardío de aquel puente de Santiago Calatrava que se hizo con el primer premio del concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento de Córdoba en 1987 presidido entonces por Herminio Trigo .

Tardío, porque entre el fallo del jurado internacional premiando a Calatrava hasta la inauguración final de Miraflores transcurrieron dieciséis años.

Y caro, porque, a pesar del convenio suscrito entre Urbanismo y Grupo Prasa , el coste final, que rondó los 11 millones de euros, hubiera sido cero ya que el proyecto de Calatrava se iba a sufragar con cargo a la Junta de Andalucía y su programa para 1992.

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