De ruta por los puntos negros del plan de Capitulares de Córdoba

Plaza de las Tendillas

«A veces, la salida hacia la Victoria desde las Tendillas puede convertirse en una ratonera y puede dar lugar a situaciones confusas». El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos del Taxi (Auttacor), Miguel Ruano , se expresa de esta manera mientras conduce su vehículo de servicio público por la calle Diego de León, donde comienza con ABC Córdoba un recorrido inverso por las vías en las que el Ayuntamiento plantea realizar cambios a cuenta de la reforma, ya finalizada, de la calle Capitulares . El coche se detendrá en cada punto negro del itinerario y Ruano da su punto de vista acerca de los problemas que pueden plantearse en cada uno de los enclaves. Arranca el viaje.

Cuando el circuito diseñado por el Consistorio entre en vigor , el tráfico subirá por Alfonso XIII hasta Diego de León y para alcanzar Las Tendillas tendrá que vérselas con un cruce de caminos que supondrá la primera prueba de fuego. «No es difícil que en este punto haya problemas, porque los coches que vengan de la calle de la cafetería Don Pepe confluirán con los que lleguen de la zona de Cruz Conde, por Chirinos, y de los que procedan de la calle Sevilla, usuarios del aparcamiento que está. Tendrá que establecerse un sistema de ceda el paso. Va a ser complicado», afirma Ruano. Desde allí, los conductores tendrán dos opciones : la primera será girar hacia la izquierda hacia Claudio Marcelo para buscar la salida hacia la Ribera por Diario de Córdoba y San Fernando; la segunda, seguir recto hacia Duque de Hornachuelos. «Por un carril que cruza una zona de prioridad peatonal, en el que tienes que circular a veinte por hora...», apostilla el presidente de la asociación de taxistas en referencia a la vía de servicios de uno de los laterales de Las Tendillas, que cambiará de sentido cuando el plan esté operativo.

Entorno de La Compañía

«Para conducir por aquí va a haber que andarse con cien ojos: tenemos dos colegios , el de la Inmaculada y el de Santa Victoria, con niños pasando por aquí a primera hora y al mediodía...», recuerda Miguel Ruano. Lo s coches habrán de sortear además de las dos comunidades escolares citadas a los estudiantes del Conservatorio Superior de Música «Rafael Orozco», al tiempo que habrán de tener cuidado con los usuarios que entran y salen de un gimnasio de la calle Juan Valera -la que enlaza Santa Victoria con Ángel de Saavedra y que invertirá su sentido- y con las mesas altas a modo de veladores de una cervecería que les caerá a mano izquierda de acuerdo al sentido de su marcha.

«Pero lo peor está por llegar», bromea Ruano . Al final de Juan Valera , el camino natural de los conductores será torcer a la izquierda . «A la derecha sólo podrán hacerlo los que estén autorizados para ir al hotel Córdoba Centro», apostilla el profesional del volante.

Barroso y San Juan

«Esta calle es una auténtica autopista de turistas que se desplazan a pie desde la zona monumental y los alrededores de la Mezquita hacia el centro comercial», resume el máximo responsable de la Asociación de Trabajadores Autónomos del Taxi. A partir de ahí empieza el caracoleo por calles muy estrechas, la mayoría de las cuales invertirán su sentido: la primera es Barroso , por la que el conductor ganará la plaza de San Juan después de haber sorteado los veladores asentados en las inmediaciones del convento de Santa Ana, en la calle Ángel de Saavedra.

Encrucijada importante en San Juan: hacia la derecha virarán los vehículos que quieran aparcar en el estacionamiento de la calle Sevilla.. «o los que lo hagan por error... y que tendrán que empezar otra vez el bucle cuando lleguen, sin remedio, a la plaza de Las Tendillas». Pero el camino natural será el que va hacia la izquierda , hacia la p laza de Pineda y Valladares , que volverá a cambiar el sentido de la marcha para enlazar con Ramón y Cajal. «Aunque es posible girar a la izquierda hacia Leiva Aguilar y Buen Pastor, es una opción que solo contemplarán los usuarios de cocheras y quienes se dirijan a hoteles», puntualiza Ruano.

Plaza de Ramón y Cajal

«Si ese giro no tiene ciento ochenta grados poco le falta poco: con lo cual se convierte en una prueba de fuego para los conductores », bromea el presidente de la asociación mayoritaria de taxistas justo en la esquina entre Valladares y Ramón y Cajal . «Además, habrá que ver cómo se regulan las prioridades de paso con los coches que vengan de frente, desde la Subdelegación de Defensa», comenta el profesional del servicio público.

Una vez puesta a prueba la pericia del conductor tanto para virar a la izquierda en una curva muy cerrada, los coches enfilarán el tramo final del recorrido para alcanzar la salida hacia el Paseo de la Victoria y dejar atrás el dédalo de calles angostas del casco histórico para poder circular ya por vías de alta capacidad. « No será sencillo , con todo, la parte final del itinerario. Hay que tener bien abiertos los ojos», avisa Miguel Ruano.

Lope de Hoces

« Aquí hay un cuello de botella . Podría haberlo al menos», explica el presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi en la calle Lope de Hoces . Y se extiende: «Se da la circunstancia de que en esta pequeña vía confluiría toda la circulación que soporta en la actualidad y que proviene de la calle Concepción y que llega a través de Ramón y Cajal y la que se incorporará cuando Barroso y Valladares cambien de sentido». De ahí a la Victoria no hay nada, «pero que nadie diga que no ha habido que sufrir para llegar hasta aquí », sonríe Miguel Ru ano .

Tiene la convicción de que uno de los problemas fundamentales a los que se enfrentarán los conductores será al riesgo de la confusión . «No es para menos, porque cambian de sentido muchas calles y además en una zona que ha sufrido muchas modificaciones en años muy recientes», reflexionó el profesional del transporte público.

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