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TRIBUNALES

Un «Whatsapp» como prueba de quebrantamiento de condena

El Juzgado recibe decenas de casos de mensajes amenazantes vía «app» a víctimas de violencia de género

Un usuario descarga la aplicación en su teléfono móvil ABC

PILAR GARCÍA-BAQUERO

Severiano (nombre ficticio) fue condenado en sentencia firme el 14 de mayo de 2014 a 32 jornadas de trabajo en beneficio de la comunidad, un año y cuatro meses de privación de porte de armas y diez meses de prohibición de aproximación y comunicación a su expareja por un delito de amenazas en el ámbito familiar. Estas medidas cautelares le impedían aproximarse a ella a una distancia inferior a 200 metros y hablar con ella, pero desde que se dictó la medida, según la Fiscalía, el acusado no ha parado de insultarla por teléfono a través de WhatsApp , con frases como «Os tengo que fusilar, dile a tu putita que no me mande más WhatsApp». Además de acudir al domicilio de su ex y orinar en su patio.

Del mismo modo, en el mes de junio le dejó múltiples mensajes de voz en la misma aplicación de teléfono. Este caso, que será enunciado por el Juzgado de lo Penal número 4 de Córdoba el próximo otoño, es sólo uno de una larga lista de casos que llegan a los juzgados por quebrantamientos de condena -tras un juicio en el que han sido condenados por violencia de género- por enviar mensajes de WhatsApp a sus ex parejas con insultos o amenazas . En estos casos, la solicitud de pena para los ya condenados por malos tratos va sumando y puede suponer el ingreso en prisión en el supuesto de que no hayan entrado por no superar los dos años de condena y no tener antecedentes.

En el caso de Severiano, la Fiscalía solicita una pena de un año de prisión por el quebrantamiento, mientras que solicita dos años más por dos amenazas y 15 días de localización permanente por un delito de injurias , además de continuar la prohibición de comunicarse o acercarse a su ex pareja durante seis años. «Los pantallazos de WhatsApp se han convertido en pruebas de cargo contra estos maltratadores», señalan fuentes judiciales a ABC. Como en la mayoría de los casos de violencia ésta se ejerce en la intimidad y sin testigos directos, se trata de una prueba muy valiosa, señalan estas mismas fuentes.

Según datos facilitados a ABC por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Córdoba , en 2015 se dictaron más de 60 sentencias de conformidad en las que el maltratador reconocía los hechos. Se trata de sentencias que en muchos casos son aceptadas por los maltratadores, al tener una prueba contundente la víctima como puede ser un mensaje de Whatsapp o Facebook .

Tras ser bloqueado por su expareja y su madre, buscó hasta cuatro nuevos números de teléfono con los que continuar su asedio

Otra de las calificaciones de la Fiscalía de Córdoba, a la que ha tenido acceso ABC, recoge cómo un caso similar fue considerado como un delito de «acoso ilegítimo» por el elevado número de mensajes de WhatsApp que enviaba tanto a la expareja como a su madre. El presunto acosador, que es un joven de 29 años , después de ser bloqueado tanto por el teléfono de su expareja como por la madre de ésta, buscó hasta cuatro números nuevos de teléfono con los que continuar su particular asedio. En los mensajes, la culpaba de haber roto su relación con él provocándole un profundo malestar psicológico. En este caso, que será enjuiciado también en otoño en Córdoba, el acusado, sin antecedentes penales computables, se enfrenta a una pena de un año de prisión.

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