Memoria Histórica
Tras la pista del cuerpo de García Lorca… de nuevo
La Junta impulsa nuevas excavaciones para encontrar la posible fosa donde podrían estar los restos del poeta
Una retroexcavadora remueve casi mil toneladas de tierra en el llamado peñón del Colorado de Alfacar, el último lugar donde se ha decidido buscar nuevas posibles fosas de asesinados de la Guerra Civil. La Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Memoria Democrática ha decidido respaldar las excavaciones con objeto de encontrar «víctimas del genocidio franquista», en palabras del responsable de este ente, Luis Naranjo. Pero aunque se insista en que no se busca a nadie en particular, la hipótesis de que pudieran aparecer en este paraje restos del cuerpo del poeta Federico García Lorca ha generado cierta curiosidad, aunque no la desmedida expectación que se creó con el primer intento por localizar al universal granadino en 2009. El fiasco de aquella experiencia, que llegó a costar 70.772 euros auspiciada por la Consejería de Justicia autonómica, ensombreció cualquier intento posterior de volver a intentar delimitar nuevas fosas.
Tras la entrada de Izquierda Unida en el Gobierno andaluz y la creación del referido órgano de Memoria Democrática, se reactivó este tipo de iniciativas que en la provincia de Granada han tenido como principales escenarios el Barranco del Lobo de Víznar y los Llanos de Corvera de Alfacar. Aquí, mientras la pala mecánica hace su labor –la misma que se usa para retirar la nieve en la cercana Sierra de Huétor y que ha sido aportada por la Consejería de Fomento gratuitamente- el historiador Miguel Caballero permanece atento a los trabajos que durarán unos quince días con un presupuesto de 15.000 euros .
A diferencia de 2009 , en este proyecto la intervención arqueológica «tiene una base histórica y testimonial sólida». Caballero ha estudiado «minuciosamente» los testimonios que recopiló el falangista Molina Fajardo al término de la contienda española. Entre ellos el del capitán Nestares –encargado del destacamento de Víznar en la Guerra Civil- así como el encargado de custodiar al poeta y otras personas que se mandó ejecutar «sin proceso previo», el que fuera alcalde de Guevéjar, Pedro Cuesta. En total 48 testimonios que avalan que el de Fuentevaqueros fue llevado a este lugar concreto de Alfacar para ser fusilado la madrugada del 18 de agosto de 1936 a cargo de un pelotón comandado por el sargento Martínez Fajardo.
Caballero, además, calibra estas indicaciones de los años de la posguerra con las versiones que años más tarde Fernando, el hijo de Nestares que hoy es general en la reserva, recopila y que «son coincidentes» con las primeras. Éstas describen el lugar del asesinato «a 24 pasos del puentecillo en la cabecera del campo de instrucción ubicado allí en 1936» justo donde había unos pozos a los que, supuestamente, fueron arrojados los cuerpos. Para el historiador granadino, son éstas «las anomalías» detectadas por el georradar en las prospecciones realizadas en 2013 en este enclave de «tierra roja y gris» como lo describieron numerosos testimonios recogidos en la obra de Caballero «Las trece últimas horas en la vida de García Lorca».
Terreno removido
Pero, al igual que en 2009 en las infructuosas excavaciones del cercano parque de Alfacar en honor al poeta –a 500 metros de los actuales trabajos-, la tierra objeto de este proyecto ha sido removida. Fue en 1998 cuando el exalcalde de Alfacar, Juan Caballero (PSOE), decidió hacer un campo de fútbol en este paraje por el que incluso pasa una vía pecuaria. Ni siquiera se incluyó este hecho en la declaración de impacto ambiental para las obras que despertaron una enorme indignación entre familiares de posibles víctimas allí enterradas, incluidos los de Federico. «Piense hasta dónde arrastran el nombre ya famoso de aquel lugar, conocido porque allí reposan los restos de Federico», espetó la sobrina del poeta, Laura García Lorca, al alcalde promotor de aquel campo de fútbol que por mediación del entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, quedó abortado. Pero la tierra había sido ya removida y «quién sabe si se llevaron algunos huesos en esos trabajos» indica el arqueólogo de la excavación, Javier Navarro.
Este zaragozano, con experiencia en proyectos similares para delimitar necrópolis o y yacimientos, asegura que «tras quitar con control la tierra» se va a pasar otra vez el georradar para ubicar las «evidencias» de los pozos que las fuentes orales confirman en la zona. Será entonces cuando se empiece el trabajo «a mano» en un área de 600 metros cuadrados que pueden albergar la respuesta a 78 años de elucubraciones sobre el paradero del autor de «La Casa de Bernarda Alba».
Teorías divergentes sobre el enterramiento del poeta
La principal hipótesis sobre el enterramiento de García Lorca sigue siendo que está en una fosa común de algún punto entre Víznar y Alfacar, donde fue fusilado. Pero investigadores e historiadores no han perdido la pista a los rumores sobre la posible exhumación del cuerpo del poeta justo después de la Guerra Civil, con la anuencia de las autoridades franquistas, para inhumarlo en un panteón de un cementerio. Incluso se ha especulado con que los restos mortales se podrían hallar en un lugar indeterminado de la Huerta de San Vicente donde la familia del literato tenía su residencia en la capital granadina.
Respecto al parque de Alfacar donde cada noche del 17 de agosto se homenajea a García Lorca, su familia considera que «no es un lugar adecuado para conservar su memoria» después de que hace cinco años no se hallaran allí evidencias de fosa alguna. Entonces, los parientes del literato aceptaron hacerse las pruebas de ADN para cotejarlas con hipotéticos restos que se pudieran encontrar. Una predisposición que, ante un eventual hallazgo ahora, no se ha confirmado si se mantiene.
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