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Arranca el juicio por el doble crimen de Almonte

El acusado se enfrentará a partir del próximo miércoles en la Audiencia Provincial de Huelva a una pena de 50 años de prisión por matar al exmarido de su novia y a su hija, de sólo 8 años de edad

Las investigación se prolongaron durante meses EFE/Julián Pérez

M. Rosa Font

Investigadores de la Guardia Civil entraban y salían sin descanso del número 3 de la Avenida de los Reyes de Almonte, convertida en un mar de sangre desde que, dos días antes (27 de abril de 2013), Miguel Ángel Domínguez y su hija, la pequeña María de tan sólo 8 años de edad, fueran asesinados con una brutalidad y un ensañamiento inimaginables. Fuera, más allá de la frontera del portón de la casa en la que las víctimas se vieron sorprendidas por su verdugo, ni un solo rastro de sangre en el rellano de la vivienda, en el portal o en la calle. Los crímenes habían quedado silenciados durante un fin de semana.

Los cuerpos sin vida de Miguel Ángel —en proceso de separación con su ex mujer— y de su pequeña fueron descubiertos en la mañana del lunes 29 de abril, después de que el abuelo fuera al colegio a por la niña y, al no encontrarla, se dirigiera al domicilio a buscarla. Estalló la tragedia. El pueblo de Almonte quedó paralizado, mudo y temeroso: al menos un asesino andaba suelto y podía permanecer en el municipio.

Meses de investigación

El eco del doble crimen se prolongó durante meses, como el miedo entre la población, hasta que en junio de 2014, la Guardia Civil —bajo la coordinación por el Instrucción 1 de la localidad de La Palma del Condado— detenía a Francisco Javier M.R., como presunto autor después de que se localizara su ADN en tres toallas que se encontraban en los dos baños de la vivienda, colgadas y limpias de sangre, que fueron retiradas por los investigadores tras una tercera inspección ocular.

Francisco Javier era el vértice de un triángulo amoroso que sólo existía en su cabeza. El presunto autor trabajaba en el mismo supermercado que Miguel Ángel, y en el momento de los asesinatos era pareja sentimental de Marianela Olmedo, compañera también de trabajo y ex mujer y madre de las víctimas. Hasta escasas semanas antes, Marianela —con la que mantenían una relación desde un tiempo atrás— había vivido bajo el mismo techo que la pequeña María y su padre, hasta que se hizo visible la separación del matrimonio.

La misma Fiscalía apunta a los celos de Francisco Javier como causa de los asesinatos, celos que Marianela Olmedo relató en la fase de instrucción del procedimiento después de recuperarse del shock —con la ayuda de tratamientos psicológico especializado— que le supuso conocer el arresto de su pareja sentimental como principal y único sospechoso de los crímenes.

Decenas de testigos

El presunto autor del doble crimen de Almonte se sentará en el banquillo de los acusados, en la Audiencia Provincial de Huelva , a partir del próximo 6 de septiembre en un juicio con jurado popular que se prolongará a lo largo de un mes, con decenas de testigos y declaraciones periciales.

Francisco Javier M.R. Se enfrenta a una petición de condena por parte de la acusación pública de 50 años de cárcel —25 años por cada uno de los dos asesinatos que se le atribuyen—. Según el relato de la Fiscalía, el acusado acudió al domicilio de la víctima «debidamente pertrechado y con guantes» y, tras una discusión, apuñaló al padre y posteriormente a la hija. La niña llegó a alcanzar la cocina para coger un cuchillo para defenderse pero no pudo. Ambos cuerpos presentaban decenas de heridas de arma blanca cuando fueron encontrados.

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