emprendimiento
Roseta Leiva, empresaria: «O te distingues o te extingues»
A través de la fundación «Mi Mundo», creada en abril del año pasado, ha ayudado a 10.000 niños malagueños

Hay muchas formas de emprender, aunque el ingenio y la creatividad son sin duda herramientas cruciales para hacerlo. Precisamente esos son los puntos fuertes de Roseta Leiva, que se dio a conocer en el mundo empresarial gracias a la revista «Mi Mundo» y que el pasado año creó la fundación del mismo nombre, que ha ayudado a completar el aprendizaje de 10.000 niños malagueños.
-¿Cómo surgió la idea de la fundación y cuál es su cometido?
-A mí me gustan mucho los niños, así que en abril del año pasado creamos la fundación para ofrecerles actividades y talleres educativos con los que completar su formación, sobre temas como nutrición, descanso o inteligencia emocional.
A los niños les puedes enseñar cualquier cosa si se lo comunicas de tú a tú, porque son como esponjas, y sin que ellos se den cuenta se les puede ir inculcando valores a través de dinámicas de juego.
-Ese amor por los niños fue el origen de la revista «Mi Mundo». ¿Cómo se le ocurrió hacer una publicación exclusiva para los colegios?
-La revista surgió en el año 2009, aunque ahora se la he vendido a un cliente. Al ver que no había nada parecido para los niños, decidimos lanzarla en los colegios, donde se siguen repartiendo 25.000 ejemplares cada dos meses.
-¿Qué proyectos tiene ahora en marcha?
-Tengo varias ideas en funcionamiento, como la tienda «Tu rincón mágico», en la que vendemos mobiliario infantil y «Tematicalia», que es una empresa de tematización de espacios y de creación de muebles con forma de fantasía. De hecho, hemos creado en el hotel Holliday Palace ocho habitaciones para niños con motivos de dinosaurios, que llamamos «Dyno World», y que han tenido un gran éxito.
Como yo digo, o te distingues o te extingues. Así que creo que un hotel temático siempre le ofrecerá al cliente muchas más cosas que un hotel normal.
-Esa distinción de la que habla la llevó al límite al batir el Record Guiness con el abeto de golosinas más grande del mundo. ¿Cómo se le ocurrió algo así?
-Fue una locura total. Con la revista íbamos todos los años al MIMA (Salón Infantil de Málaga) y una compañera propuso el año pasado hacer tartas de gominolas, pero dándole vueltas a la cabeza se me ocurrió hacer la más grande, con 2,5 metros de altura y 20 pisos. La verdad es que la gente de Bancosol se quedó muy contenta, porque era la primera vez que les donaban 300 kilos de golosinas.
El abeto lo hicimos a mano, así que llegó un momento en que todo olía a gominolas, las manos, la casa, etc. Será difícil superar algo así.
-¿Qué cualidades cree que tiene que tener alguien para emprender con éxito?
-Ante todo debe ser una persona muy trabajadora, con constancia y con mucha empatía para tratar con los clientes. Además, la creatividad es fundamental. Hace poco pasé por una panadería que vendía pan con la forma de caras de personajes famosos y me lo compré porque me llamó mucho la atención. Esa es un poco la clave: puedes vender pan normal o intentar hacer algo distinto.
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