Abdullah ben Nasser Al Thani, un jeque de ida y vuelta en Málaga

Una afición desconcertada, una ciudad que no sabe qué pensar de sus proyectos y, lo peor, una clase política —la que lo viene recibiendo como si de un Bienvenido Mr. Marshall se tratase— que queda con sus vergüenzas al aire. En un mismo día, el de ayer, el jeque catarí dueño del Málaga CF, Abdullah ben Nasser Al Thani, tuvo tiempo para anunciar su marcha del club deportivo y rectificar horas después para asegurar que seguirá al frente del mismo. De madrugada, Al-Thani afirmó vía Twitter que no sentía apoyado. «Siento decir esto, pero sí, me iré de aquí porque no he encontrado el respeto, el aprecio y la igualdad», algo que todo el mundo interpretó como su salida inminente del proyecto deportivo.

Sin embargo, por la tarde, la versión era muy distinta al matizar el jeque en Facebook que «me voy de aquí, pero no del club», dando a entender que renuncia a sus proyectos urbanísticos. «Nunca he dicho que saldría del club o que dejaría el Málaga CF. ¿Por qué todos mienten?», aseguró. Sólo le quedó pronunciarse en Tuenti.

Pero creó desasosiego. Mucho. La confusión creada con estas declaraciones llevó al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, a asegurar que esperaba una declaración oficial, al club deportivo a pedir calma, y a la alcaldesa de Marbella a afirmar que la retirada no afectaba a su municipio.

No es la primera vez que el jeque amaga con irse, al hacer público su malestar por no contar con el apoyo de las instituciones para sacar adelante sus dos proyectos urbanísticos en la ciudad, la venta de La Rosaleda, propiedad a partes iguales del Ayuntamiento de Málaga, la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial, así como la construcción de la Academia —un centro para cultivar la cantera malaguista— en los terrenos de Arraijanal, cerca de la playa.

El reciente acuerdo del Ayuntamiento de completar la compra de los terrenos para levantar la Academia después de un parón prolongado, al que precedió una reunión con la Junta de Andalucía para avanzar en el desbloqueo de esta iniciativa, hacían presagiar un avance en este proyecto. Además, el Ayuntamiento de la ciudad agasajó recientemente al jeque con una glorieta a su nombre cerca del estadio y Al-Thani agradeció el gesto, anticipando una nueva etapa en las relaciones con la ciudad.

Antes de su primer anuncio de marcha, Al-Thani ya había dejado entrever sus pretensiones en otro par de tuits. «Lo siento, pero a mediados de este mes tomaré una decisión que es irreversible» había indicado. «Sólo queremos respeto, aprecio, igualdad y credibilidad. No sólo para mí sino para todos los aficionados del Málaga», aseguraba. El propietario del Málaga estuvo cerca de dos años sin acudir a La Rosaleda, y se le vio por última vez en el último partido de liga.

Al Thani se hizo con la entidad de Martiricos a mediados del año 2010 y desde el primer momento comenzó a invertir para que el conjunto andaluz estuviese entre los mejores de la Liga BBVA. Se calcula que llegó a gastarse 150 millones. Los fichajes de jugadores y de un nuevo cuerpo técnico con Pellegrini a la cabeza llevaron al equipo a alcanzar sus máximas cotas deportivas, hasta alcanzar los cuartos de final de la Liga de Campeones la temporada pasada. Luego, la desinversión. Ahora. la confusión.