Tribunales
La letra de una murga «acaba» en los juzgados
El componente de una murga de Tolox denuncia por supuestas amenazas y agresión a un mando de la Guardia Civil al que dedicaban una de las piezas por las multas impuestas durante la «cohetá»
«Mi sargento/ a la orden mi sargento,/el que manda por supuesto,/hasta en el alcalde,/hasta en el alcalde.
El que aplica un libro entero,/de normas y reglamentos,/el que nunca entiende,/el que no comprende,/nuestros sentimientos.
Se deja aconsejar, por uno o dos,/y encima de Tolox, vaya pasión,/aplicando unas leyes, que él mismo se ha “inventao”/que al mismo duque de Ahumada, deja “pasmao”…»
Esta es parte la letra de una murga de la que no para de hablar el municipio malagueño de Tolox . Interpretada por «Sin tetas no hay para el guiso» y, titulada «Mi sargento» , narra el supuesto malestar de los toloxeños por el proceder del principal responsable de la Guardia Civil en el municipio durante la tradicional feria de San Roque y la conocida como «cohetá» . Una copla cargada de ironía y sarcasmo que, curiosamente no se llegó a cantar, pero que ha desembocado en una denuncia en los juzgados después de que uno de los componentes del grupo haya acusado de amenazas y agresión al protagonista de la canción. El Instituto Armado afirma que no se pronunciará oficialmente sobre el tema , aunque fuentes consultadas por este periódico manifestaron que se ha abierto una investigación interna contra este mando.
El presunto episodio violento registrado el pasado domingo, y denunciado durante la madrugada del lunes en el juzgado de Guardia de la Ciudad de la Justicia de Málaga, es el epílogo de una situación que en los últimos años ha derivado en quejas y denuncias .
El malestar de buena parte de los vecinos del municipio tiene su origen el 16 de agosto de 2013, durante la fiesta de San Roque. Esta celebración religiosa, junto con el «Día de las mozas» o el «Día de los polvos», es uno de los principales reclamos turísticos por la llamada «cohetá», en la que los vecinos lanzan numerosos cohetes para pedirle al patrón durante su procesión. «Suben al cielo miles de docenas», explica el Consistorio en su web.
La tradición, que se inició hace aproximadamente un siglo y medio cuando se prohibió que los vecinos dispararan sus armas durante el recorrido procesional, se vio modificada ese año porque el responsable de la Guardia Civil decidió establecer tres zonas de lanzamiento de los cohetes: la plaza del Ayuntamiento, la calle Ancha y la plaza Alta, según explicaron varias fuentes consultadas.
«Se lanzaban durante todo el recorrido, como en la salida de la iglesia, donde era muy tradicional; pero se empezó a multar a la gente », añade un sancionado, al que inicialmente le impusieron una sanción que oscilaba entre 3.000 y 30.000 euros.
Las multas se tramitaban en base a la Ley 1/92 y por supuestamente poner en peligro la seguridad ciudadana o alteración del orden público. «La gente comenzó a recibir las notificaciones semanas después y se llevaban las manos a la cabeza», declara un toloxeño que fue sancionado y que prefiere mantenerse en el anonimato.
« El año pasado la gente optó por no tirar cohetes por miedo a ser multado , a pesar de que les duela porque hay mucha devoción por San Roque. Ten en cuenta que una sanción de este tipo puede destrozar la economía de una casa», manifiesta otro vecino, quien agregó que «hubo alguno que con cierta guasa imitaba el ruido con la boca».
Ante esta situación fueron numerosos los ciudadanos que pusieron quejas en la Comandancia de Málaga y la Subdelegación del Gobierno, aunque se les informaba de que primaba la versión del agente.
Por este motivo, durante la celebración del Carnaval, una de las murgas decidió dedicar una pieza de su repertorio al mando de la Guardia Civil. Con «Mi sargento» querían protestar durante la llamada fiesta de la libertad contra las formas empleadas. «El día San Roque / otra vez el día San Roque / volvieron tus civilones / malos modos y empujones», dice una de las estrofas, a la que se suma otra en la que se canta que «tu nunca olvides, que hay “nacíos” por aquí / en cada casa, más de un guardia civil / y en más de una, más galones que los tuyos / que cualquier día, te rebajan el orgullo».
El grupo «Sin tetas no hay para el guiso», autor de la copla, finalmente decidió no interpretarla , pero la letra se difundió por el pueblo y fueron muchos los que apoyaban su contenido.
Lo que no podía imaginar ninguno de sus componentes es que el protagonista de la letra supuestamente acudiría a casa de uno de ellos para supuestamente increparle, amenazarle y agredirle en presencia de su familia.
El hombre, acompañado por otro miembro de la murga, se desplazó hasta la Ciudad de la Justicia de la capital malagueña e interpuso una denuncia en el Juzgado de Guardia ante la que la Guardia Civil ha reaccionado abriendo una investigación interna, según pudo saber este periódico de fuentes del cuerpo.
Aunque el Instituto Armado no se pronuncia sobre este incidente, las citadas fuentes apuntan a que el denunciante, un responsable de la murga y el alcalde del municipio, Antonio Mesa, acudieron el martes a declarar a la Comandancia de Málaga.
La pieza «Mi sargento» no se cantó, pero la murga «La última cena», en solidaridad con sus compañeros, cambió su repertorio y compuso una al mando de la Guardia Civil: «No eras más que nadie / escúchalo atento / sólo eres uno más / déjate ya de cuentos», rezaba en una de sus estrofas.
La actuación fue tan bien acogida por el público que tuvieron que volver y cantar de nuevo.
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