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Sucesos

Recuerdos de una tragedia en una playa de Marbella

Hablan los policías locales que auxiliaron al grupo de Erasmus que protagonizó uno de los sucesos más graves ocurridos en las playas del país

Pablo D. Almoguera

Hace poco más de un año la costa marbellí fue escenario de uno de los accidentes playeros más graves de los últimos tiempos. No sólo por el número de víctimas, sino por sus especiales circunstancias. Un profesor y dos estudiantes Erasmus procedentes de Turquía morían ahogados en la playa La Venus . Antonio , Jesús y José Antonio fueron los tres agentes de la Policía Local que se jugaron el tipo para evitar que la tragedia hubiese sido mayor. Ahora, cuando en sus memorias se agolpan rostros y voces a modo de flashes, cuentan su experiencia ante una intervención que «nunca querríamos volver a vivir». 

Antonio Bernal y Jesús Gallardo recuerdan que la Jefatura les avisó de una llamada de Emergencias 112 en la que «se alertaba de que un niño estaba ahogándose». «Cuando llegamos a la playa, nos encontramos con que había gente sacando a un chico, pero que en el agua había otras más».

Bernal, que suele practicar la natación, se lanzó a por uno de los jóvenes, mientras que su compañero hizo lo propio con otro. «Nadé unos cien metros y cacé a un hombre que estaba inconsciente» , rememora el primero, que tuvo que batallar con una mar picada y traicionera que en varias ocasiones le arrebató la víctima de sus brazos.

José Antonio Maldonado se encontraba en el paseo marítimo marbellí cuando, en las inmediaciones del hotel El Fuerte, fue abordado por un ciudadano que le alertaba de que algo grave estaba ocurriendo en la playa. El agente corrió y en la profundidad observó como Antonio trataba de sacar a una persona. Se quitó las botas, dejó su arma reglamentaria y se lanzó al agua para ayudarle. «Cuando llegué a su altura y vi la cara del hombre y supe que no salía adelante».

«Se juntó todo»

Los agentes y ciudadanos que colaboraron en el rescate lograron sacar del agua a un total de tres personas . Dos habían fallecido y un tercero, un estudiante, fue reanimado durante un tiempo «eterno» por los policías y una enfermera que se encontraba en la playa. El chico logró salir adelante y finalmente se recuperó en el hospital.

Pero la lista de víctimas se amplió horas más tarde, cuando los buzos que se unieron a las labores de auxilio localizaron un tercer cuerpo . «Me enteré de ello cuando ya estaba en la Jefatura», señala Maldonado.

Los fallecidos fueron identificados como un profesor y dos alumnos Erasmus, todos procedentes de Turquía, que se encontraban en la ciudad en un intercambio académico. A todo ello se unía que algunos eran discapacitados.

«Aún recuerdo a esos niños llorando destrozados en la arena» , comenta Jesús Gallardo, mientras a José Antonio se le quedaron grabados los «aspavientos» con los que algunos expresaban su dolor.

¿Pero qué pasó ese 13 de abril? «Se juntó todo: un mar revuelto y con mucha marea que era una bomba de relojería, una playa con rocas y un escalón que hay que conocer, gente que no sabía nadar muy bien…», señalan los tres agentes, a lo que Bernal añade la variable de la fatalidad: «Estaba predestinado» .

«Se me hizo un mundo. Igual que si se parara el tiempo», contesta Maldonado sobre cómo vivió eses minutos de angustia; mientras que Antonio no duda en afirmar que «se me ponen los pelos de punta al recordar la intervención».

Gallardo reparte el mismo protagonismo en la actuación a todos aquellos ciudadanos que colaboraron para que la tragedia fuese menor . «Como un surfista que se metió con su tabla para sacar a gente», «esa mujer con el pelo rapado que siempre estaba por la playa y que también nos ayudó mucho» o «la enfermera que trató de reanimar a las víctimas», enumeran los policías.

Los tres policías fueron condecorados por su actuación y, aunque no ocultan el «mal sabor de boca» por el desenlace, «fue una intervención casi perfecta porque ninguno de los tres dudamos sobre lo que teníamos que hacer».

Maldonado, cuando echa la vista atrás, confiesa que «no quisiera volver a verme en una igual», a lo que Antonio Bernal agrega que, «si tiene que volver a pasar, espero tenerlos a ellos dos a mi lado» .

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