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SANIDAD

Susana Díaz «inaugura» el hospital de Ronda que abrió el 17 de enero con deficiencias

La Consejería de Salud aceleró la infraestructura, demanda desde hace 18 años, tras las marchas sanitarias del 15 enero y las dimisiones de parte de sus dirigentes

Susana Díaz inaugura el nuevo Hospital de la Serranía de Ronda / J. J. M.

J.J. MADUEÑO

En la zona que no se visitó, el ala izquierda del nuevo Hospital de la Serranía de Ronda, las consultas estaban vacías y los marcos de las puertas ni siquiera contaban con bisagras. Sin embargo, Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, «inauguró» en la jornada del pasado lunes, este centro sanitario, llamado a dar cobertura a 110.000 personas de poblaciones de 34 municipios de Málaga y Cádiz. Pese a que el lunes fue cuando se descubrió la placa, el hospital lleva funcionando de una forma precaria desde el pasado 17 de enero , que abrió con sólo cinco consultas. «El traslado se está haciendo de manera paulatina, para que no haya problemas de atención a los usuarios», explicó Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, que aseguró: «Aprendimos todos en Granada que los traslados es mejor hacerlos así y no de golpe para que los sientan los ciudadanos».

Sin embargo, la plataforma «Nuevo Hospital de la Serranía ¡Ya!» convocó una concentración, ante la llegada de la presidenta, por «la apertura deficiente del centro». Los vecinos denunciaron, por ejemplo, «el olvido inexplicable de destinar un espacio adecuado a la Unidad de Cuidados Intensivos ». «Esto ha obligado a adaptar para ello una sala de hospitalización convencional, derribando tabiques e instalando cámaras de vigilancia dotadas de infrarrojos, ya que con el diseño que se ha improvisado no es posible la vigilancia directa y segura de los pacientes por parte de los profesionales», remarcó Agustín Rubira, portavoz ciudadano, quien aseguró que una situación similar se ha producido con los espacios destinados a los Hospitales de Día Médico y Quirúrgico.

La plataforma, formada también por profesionales, explica que la ubicación de la Unidad de Neonatología está en una planta distinta de la que acoge a los Paritorios y a los Quirófanos de Maternidad. « Contraviene las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y de la propia Consejería de Salud de la Junta de Andalucía», señaló Rubira, quien asegura que se ha convertido la Sala de Hospitalización de Pediatría en un lugar de paso para acceder a la Unidad Neonatal y a la Sala de Obstetricia. «Supone un menoscabo para la seguridad de los niños hospitalizados», añadió como nuevo ejemplo de precariedad.

«Ya se han reunido con los servicios médicos y el gerente todos estos días. Todo está en marcha. Algunos deberían valorar el esfuerzo que está haciendo la sanidad pública y alegrarse», abundó Susana Díaz, que explicó que el centro ha tenido un coste de 53 millones de euros para acoger a un millar de sanitarios que atenderán 75 millones de servicios a partir del 3 de abril, fecha dada por Díaz para la apertura total. Momento en el que, según la plataforma, se seguirán derivando pacientes a los centros de referencia de la capital, que se encuentra a una hora y media de Ronda, por «déficit en la cartera de servicios» .

Las condiciones de esta «nueva y precaria apertura» responde a la necesidad de buenas noticias que tenía Salud a finales de enero. El 15 de ese mes miles personas salieron a la calle en Granada, Huelva, Sevilla y Málaga para reivindicar «una sanidad pública digna». Dos días después se abría una infraestructura llamada a apagar el incendio de los profesionales y los vecinos en las calles. No surtió efecto. El mensaje de que la Junta estaba trabajando en una «sanidad de calidad» no calaba ante los presuntos casos de corrupción en la cúpula del SAS.

El 31 de enero dimitía el viceconsejero de Salud, Martín Blanco, y el Gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), José Manuel Aranda, tras unas informaciones de ABC en las que aparecían como los recaudadores de donaciones de los proveedores que el SAS contrataba. La necesidad crear buena imagen frente al chaparrón aceleraba un centro hospitalario demandado desde hace 18 años por la plataforma ciudadana y que comenzó a construirse en 2008, pero que, como se pudo comprobar ayer, no está aún terminado y faltan servicios como la cafetería. «Faltan facultativos en distintas especialidades, como Farmacia, Pediatría, Radiodiagnóstico, Medicina Interna o Anestesia. Se han privatizado, total o parcialmente, algunos servicios básicos como lavandería, limpieza, mantenimiento, cocina o jardinería», señaló Rubira.

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