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El desamparo de los británicos que viven en Andalucía

En la comunidad viven más de 76.870 británicos, ciudadanos expatriados de su país natal tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea

Briténicos reunidos en Almería ABC

R. Pérez/ J. J. Madueño

Abandonados y olvidados. Así se sienten muchos de los 76.870 británicos que viven en Andalucía, son los denominados «brexpats», una palabra inventada que viene a significar «expatriados por el Brexit» y que dio lugar a la asociación «Brexpats in Spain». Mantener sus derechos y seguir residiendo en territorio español igual que lo han hecho hasta ahora son sus prioridades, principalmente en lo referente a sanidad, vivienda o acceso a otro tipo de servicios.

La mayor parte de la población británica en Andalucía se encuentra en Málaga, con 47.193 personas, siendo Almería la segunda provincia con más de 14.931 británicos, según el Padrón Municipal de Habitantes a 1 de enero de 2019. La calidad de vida, sol y viviendas baratas fue el principal aliciente para trasladar su residencia, además de la sanidad pública, para esta población en la que los pensionistas representan más de la tercera parte.

En las últimas semanas miembros de la Embajada y el Consulado británico en Alicante han desarrollado varias reuniones en municipios del Levante almeriense para explicar qué significa el «Acuerdo de Retirada» y responder a cuestiones relacionadas con la residencia, la atención médica, pensiones o mascotas. Helen Mehan participa en la organización de estos encuentros que ya se han celebrado en Los Gallardos, Palomares, Albox y Mojácar , poblaciones almerienses que concentran un mayor número de británicos.

Sin embargo, no parece suficiente y las dudas siguen presentes. «Mi esposo tiene una pensión del Reino Unido , pagada en un banco de allí. Él reside aquí y está registrado en el servicio de salud conmigo. No sé si debería transferir el pago a un banco español y registrarse aquí para poder recibir atención médica», se pregunta Jane Mudd, residente en Albox . Otro compatriota se interesa por saber «¿qué pasa con la gente que sólo viene unos meses en invierno?». La respuesta es que podrán seguir haciéndolo.

Información variable

Los «brexpats» se quejan de que la información cambia de forma constante, sin encontrar algo definitivo especialmente a lo referente a la Tarjeta de Identidad de Extranjero (TIE) necesaria para acreditar la condición de beneficiario de los derechos contemplados en el Acuerdo de Retirada entre España y Reino Unido. Entre este mes y abril, se retomarán las reuniones en Almería, una vez cuenten con información concreta para poder informar a sus compatriotas .

« ¿Cuánto podría constarles a todos los británicos la sanidad si perdemos el acceso al servicio público? Para los pensionistas será difícil tener cobertura con un seguro privado, somos población de riesgo, y si nos lo dan será a un precio muy elevado. Regresar a Reino Unido tampoco sería una opción si el gobierno actual sigue con sus planes», plantea Gyle Taylor , que vive en Los Gallardos.

Son jubilados británicos que invirtieron todo hace quince años para vivir un sueño, personas que ahora tienen entre setenta y ochenta años que intentan sobrevivir con una pensión, con enfermedades crónicas y algunos viven solos tras la separación o muerte de su pareja y temerososo ante la panemia. «Estamos sintiendo ya el impacto financiero ; nuestros ahorros se están agotando y muchos de nosotros nunca nos convertimos oficialmente en residentes. Algunos desean regresar a Reino Unido, pero es imposible tanto a nivel financiero como logístico», plantea Kika Patt, una enfermera de Manchester retirada en Arboleas.

Los «brexpats» también se quejan de que fueron los ayuntamientos los que animaron a que se instalaran en sus pueblos, pero nunca tuvieron en cuenta las necesidades que a largo plazo demandaría esta población. Existen ya organizaciones de voluntarios que apoyan a los más necesitados, personas con alguna discapacidad y que no tienen recursos para ser atendidos.

«Por muy dispuestos que estén a ayudar están limitados tanto en recursos como por el idioma. Debemos presentar esta situación a los ayuntamientos y también dar traslado a las autoridades el Reino Unido ; hay personas en nuestro entorno que ya sufren dificultades reales. Es necesario que todos los que estén irregulares se hagan residentes y además que consideren los aspectos prácticos de permanecer en España», explica Patt.

A medida que la libra se desploma , los grupos más vulnerables tienen mayor imposibilidad para hacer frente a intérpretes, taxis, cuidado personal y otros servicios que puedan necesitar. Andalucía ya no se presenta como el retiro que habían idealizado, su futuro se ha quebrado y las condiciones no son las que eran tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea.

El dinero, en efecto, todo lo cura. Hasta los divorcios continentales. Porque en Benahavís, uno de los municipios del triángulo de oro de la Costa del Sol , las cosas se ven de forma muy distinta. Allí, con 8.000 habitantes censados, entre mansiones que valen de millones de euros entre el 63,8 y el 67,3% de ellos son británicos . Incluso el concejal de Turismo es de origen escocés. Eso en un pueblo peculiar donde destaca el alto nivel de vida de sus habitantes, ya que los datos anuales lo colocan como una de las localidades andaluzas con mayor renta per cápita. Allí muchos británicos tienen su vida montada desde hace décadas.

El 90% de los clientes de un bar de desayunos en la entrada del municipio son británicos, reconoce su propietario, que no teme al Brexit. Tampoco recelan en el «Legends», a unos metros . El propietario es británico y ha abierto solo hace tres semanas. Allí destacan que en los últimos días entre sus clientes se habla más del coronavirus que de la salida de Reino Unido de la Unión Europea .

Hay de los que no quieren salir en los medios. El tema ha generado durante mucho tiempo confrontación entre las familias. «Estoy en desacuerdo, pero no voy a decir nada», señala una chica que camina con su familia entre los restaurantes del municipio, que tiene el título de «rincón gastronómico de Andalucía» . Y es que en Benahavís, si hubo miedo al Brexit, ha desaparecido. Ahora los británicos que están aquí afincados quieren pasar página y seguir con sus vidas en este privilegiado enclave de Málaga, olvidándose de las tensiones que ha creado la salida de la UE en los últimos años .

De este modo, reconocen que no tienen excesivos problemas por vivir en este pueblo andaluz y esperan que todo siga igual dentro de un año. « Llevo aquí desde los tres años y estamos asentados . Los que estamos en esta situación no vamos a tener problema», afirma Charlotte Wekerley, que atiende a sus compatriotas que llegan de jugar al golf al medio día. «Mis abuelos, por ejemplo, llevan diez años en el pueblo empadronados. Su vida está aquí y tienen todos sus médicos y sus necesidades cubiertas. La mayoría no vamos a tener problemas», explica Wekerley.

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