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El golpe de mano de la izquierda a la Marea Blanca se gestó en una asamblea llena de irregularidades

Ni se convocó por la lista oficial ni se pasó a la secretaria qué organizaciones fueron al acto

Tras el éxito del 15-E se descabalgó a los organizadores para apropiarse la izquierda la Marea J. M. SERRANO

ROMUALDO MAESTRE

La polémica asamblea que tuvo lugar dos días después de la exitosa manifestación de la marea blanca el 15-E en Sevilla se convocó con una lista no oficial. Era un «golpe de mano» de la izquierda afín a Podemos, Participa Sevilla, Izquierda Unida y Facua para desbancar al portavoz de Marea Blanca de Sevilla, José Baena . La lista que usaron no era completa, la que contenía las 95 organizaciones de todo el espectro político y social de Sevilla, sino una parcial, no oficial, que gestionaba un miembro de Podemos y se confeccionó en la tercera reunión preparatoria de la Marea Blanca. La asamblea fue convocada por listamareablancasevilla@gmail.com y no estaba firmada por nadie. La oficial era mareablancasevilla@gmail.com . Así lo confirma el borrador del acta de la asamblea, firmada por su secretaria, que se redactó cuatro días después y a la que ha tenido acceso este periódico.

No se pidió una identificación de los asistentes, pero por el número de votos recogidos se calcula entre 38 y 40 personas

Es más, en dicho escrito no hay una relación detallada de las organizaciones , ni sindicales, ni políticas, ni culturales, que participaron en esa asamblea que acabó con la portavocía única de José Baena . Esa lista la recogió un miembro de Podemos y no se aportaron a la secretaria que redactó el acta. También desmiente las 70 personas que dice la nota de prensa de la organización de consumidores Facua que asistieron. No se pidió una identificación de los asistentes, pero por el número de votos recogidos se calcula entre 38 y 40 personas. La fotografía es meridianamente clara al respecto, se cuentan 39 asistentes más tres de la mesa, 42.

Un miembro de Podemos inició la asamblea y pidió tres voluntarios para dirigirlas, salió Jordi Castilla, vicepresidente de Facua como moderador y luego portavoz, Fátima, como secretaria para redactar el acta y un señor del Instituto Almenara.

El punto más caliente del debate fue la conveniencia de que la Marea Blanca de Sevilla tenía que tener una vertiente política de izquierdas y que no cabían todos . Eso era, precisamente, demoler el pilar básico del éxito del 15-E. Cómo tres personas independientes, ajenas a la política, habían logrado reunir a más de 95 organizaciones de todos los colores: José Baena, de las asociaciones de vecinos, Antonio Gutiérrez del Sindicato Médico y Antonio Guerrero de la Plataforma de Atención Temprana . Baena no reconoció que esta asamblea se convirtiera en un plebiscito para quitarle la portavocía. Guerrero se levantó de la reunión y dijo que sus «niños no entendían de política ni de banderas, sólo de problemas sanitarios», dio las buenas noches y se marchó. Gutiérrez no fue.

Jordi Castilla, portavoz de esta nueva Marea Blanca que sus anteriores gestores no reconocen, aclara a este periódico que se votó cambiar la portavocía «porque no era bueno personalizarla, y era mejor que fuera rotatoria» . Se votó entonces que fuera paritaria, dos hombres y dos mujeres. De esta manera también se rompía la tendencia de identificar las mareas con nombres concretos, Jesús Candel en Granada y Paloma Hergueta en Huelva.

Preguntado si creía, como dice la nota de Facua, que se eligió «democráticamente a los nuevos portavoces», si valía lo mismo el voto de José Baena que llevaba meses preparando la Marea Blanca de Sevilla, que de cualquiera que estuviera allí presente en esa asamblea, contestó que sí, «un hombre un voto» . «Además, José Baena participó en la votación, se presentó, el problema es que sacó pocos votos y se enfadó, pero como las portavocías son rotatorias, puede volver a presentarse y salir elegido, yo me alegraría», manifestó Castilla.

El portavoz de Facua no ve incompatible que la nota de prensa de la nueva Marea Blanca que dicen que ellos representan esté encabezado por su anagrama y se haya hecho desde su asociación. «Facua es una organización independiente de consumidores que se hace eco de estos movimientos», relató Jordi Castilla. Cuestionado si las tendencias políticas de su líder Rubén Sánchez son de izquierdas y si no creía que Facua es vista como tal por muchas personas, Castilla reconoció que ellos en todo caso eran «progresistas, no de extrema izquierda como se ha querido hacer ver muchas veces» .

En la imagen se vé claramente que no había 70 personas ABC

Cabe recordar que Facua fue la última organización en adherirse a la Marea Blanca de Sevilla, de hecho lo hizo dos días antes del 15-E , cuando José Baena hizo una presentación previa del movimiento en las puertas del Ayuntamiento de Sevilla. Castilla reconoce este «retraso» y lo achaca a problemas de organización. En todo caso no ve negativa la labor de José Baena, que «permitió que muchas confluencias se unieran en una manifestación común en defensa de una sanidad pública de calidad». No obstante, reconoce que después de lo ocurrido en la asamblea del pasado 17 de enero en el Centro Cívico Hogar San Fernando se ha roto la unidad de la marea blanca. «Espero que se vuelva a recomponer por el bien de la sanidad y me gustaría que hubiera más profesionales implicados, médicos y enfermeras» . No reconoce que estuviera la reunión ni mucho menos manipulada ni que fuera un intento para que la izquierda se hiciera con ella. Castilla cree que no poner en la nota de prensa mandada ayer por Facua que de los cuatro portavoces elegidos uno dimitió nada más leer la noticia adelantada por ABC fuera relevante. Se comprometió a mandar el acta una vez fuera aprobada.

Baena seguirá adelante

El dirigente vecinal de la Marea Blanca José Baena, manifestó ayer a este periódico que no piensa contestar a la nota de prensa de Facua, porque no los reconoce. Insistió en que la Marea Blanca seguirá adelante y que la próxima semana, «aún no sabemos el día exacto» convocará una reunión con las 95 organizaciones que le apoyaron, salvo los partidos políticos . «Estarán excluidos, dada la nefasta experiencia que han aportado –puso de manifiesto–, si quieren unirse luego, se les admitirá, pero de entrada no». ¿Y a Facua?, pregunta este redactor, «Sí, como organización sí, y a todos los sindicatos, pero no movimientos políticos que quieran manipular esto», concluyó.

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