Hazte premium Hazte premium

CONVERSACIONES SOBRE ANDALUCÍA

Rogelio Reyes: «La mejor poesía andaluza es más apolínea que dionisíaca»

Este catedrático de Literatura ha vivido lo que ha leído y transmite esa vivencia de una forma tan académica como sentida

El catedrático en la biblioteca de la casa de Los Pinelo M.J. LÓPEZ OLMEDO

FRANCISCO ROBLES

—¿Qué es Andalucía para usted?

—Una realidad geográfica, no una unidad política ni histórica. Tampoco es una realidad lingüística ni literaria diferenciada. Posee rasgos culturales específicos, muy propios, pero nunca ha estado vertebrada, aunque ahora sea una entidad política.

—¿Existe una literatura andaluza?

—No. Existe una literatura española escrita en Andalucía, que culturalmente pertenece a la visión del mundo que se identifica con el resto de España. La literatura está vinculada a una lengua que proporciona una visión del mundo, y aquí hablamos castellano.

—¿Por qué Andalucía ha sido y sigue siendo una tierra pródiga en grandes poetas?

—Hay una continuidad lírica en el tiempo. En buena medida hay que buscarla en factores históricos. Por aquí han pasado civilizaciones y culturas con dimensión poética de mucho peso. La dominación musulmana trajo consigo un desarrollo lírico muy fuerte. La razón debe de estar en las vivencias culturales en el curso de la historia.

—Esa historia ha influido en nuestra forma de expresarnos. ¿Cómo hablamos los andaluces?

—El andaluz es una modalidad del castellano tan legítima y valiosa como cualquier otra modalidad peninsular. Las diferencias son fonéticas, no tienen nada que ver con la sintaxis ni con el léxico. No podemos presumir de hablar mejor que nadie por unas presuntas normas más creativas y abiertas, ni aceptar el viejo complejo de que en Andalucía se habla mal.

—¿Cómo se escribe en Andalucía?

—La escritura de los literatos andaluces no tiene un rasgo particular que la diferencia de la que se cultiva en otras regiones. No creo que esa diferencia fonética se proyecte en la escritura culta y vuelva homogéneos a los escritores andaluces.

—¿Qué aportó Andalucía a la Generación del 27?

—En este caso podemos decir que Andalucía fue angular. Aunque confluyen en Madrid, los poetas del 27 son periféricos. En Andalucía hay dos focos: Málaga, con la revista Litoral, y Sevilla, con el Grupo Mediodía. Varias de las grandes voces poéticas del 27 son andaluzas. Existe una inquietud literaria en Andalucía que está en sintonía con la modernidad de aquella época, y eso hace que la Generación del 27 no se pueda entender sin la aportación de los poetas andaluces.

—¿Por qué se define Juan Ramón Jiménez como andaluz universal?

—Por su concepción ética y estética de la condición de Andalucía. No quiere que lo confundan con el castellanismo rancio de Antonio Machado. Entiende que los valores genuinos de Andalucía son universales, nada castizos ni aldeanos como la visión de Castilla que tenían los miembros de la Generación del 98.

—¿Por qué Cernuda es el triunfador a largo plazo de la Generación del 27?

—Por su visión del hombre como criatura escindida. Ese antidogmatismo y esa falta de anclajes es algo moderno. Además, su discurso poético es culto, pero transmite un aire conversacional que le da un gran interés. Sin embargo, el discurso de Lorca es más antiguo y acaba en sí mismo: imitarlo es algo ridículo. La oferta del discurso lírico de Cernuda abre caminos y tiene la virtud de que los poetas posteriores estén en su órbita, y no en la de otros. En esto tuvo mucho que ver su conocimiento de la poesía anglosajona.

—¿Los hermanos Machado eran dos andaluces antitéticos?

—En absoluto. Tuvieron la misma formación, el ideario liberal, la visión agnóstica de la vida, el gusto por el folklore heredado de su padre, Demófilo. Manuel va más adelante que Antonio en los primeros contactos con los simbolistas. Antonio es de mayor tendencia reflexiva y filosófica, mientras Manuel es más brillante en lo formal y en el sentido del ritmo.

—¿El poeta andaluz es elegíaco o vitalista?

—Es más elegíaco que vitalista. Como dijo Antonio Machado, se canta lo que se pierde. La mejor poesía andaluza es meditativa, intimista, con gran decoro verbal. No es orgiástica. Es más apolínea que dionisíaca

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación