«Van a seguir viniendo aunque le pongan vallas al cielo»

Si de algo se habla en el seno de la Unión Europea, es de inmigración, sobre todo tras las intensas oleadas migratorias cuyas cifras en España ya han superado todas los récords de años anteriores. Y si hay alguien con experiencia en política europea, esa es Teresa Jiménez Becerril, la eurodiputada del PP que ha estado este viernes en Sevilla presidiendo el coloquio «Retos y oportunidades para construir una Europa mejor».

Y también es una experta en derechos humanos, sobre todo tras convertirse en víctima del terrorismo tras el brutal atentado de ETA que acabó con la vida de su hermano Alberto y su mujer Ascensión, una «herida abierta» que servirá de acicate al nuevo Gobierno de Sánchez para luchar contra su política de acercamiento de presos al País Vasco. Porque según Jiménez Becerril, no es justo que haya concesiones a la banda terrorista «si no colaboran, y aún hay 400 crímenes sin resolver».

De estos derechos humanos también se ha valido para su discurso sobre la inmigración, destacando que es necesaria una mayor solidaridad en Europa , sobre todo desde países del norte como Polonia. «Se está arriesgando la credibilidad de la UE, pero es muy difícil arreglar este problema y tenemos que darle una vida digna a estas personas». Para la eurodiputada es muy injusto que el sitio donde llegan los inmigrantes tenga que encargarse de todos los trámites mientras que el resto de países se ponen de perfil.

El debate en el Parlamento europeo se ha reavivado tras el caso del Aquarius, una acción humanitaria que apoya Jiménez Becerril, pero ha querido hacer hincapié en que dicha acción se lleva desarrollando durante muchos años en Andalucía por colectivos como la Guardia Civil y la Cruz Roja, pero «sin fotos ni foco mediático». Juanma Moreno, presidente del PP-A, que se ha encargado de presentar el acto, ha aludido a este respecto a las responsabilidades del Gobierno, «que tiene que salvar vidas pero sin dar falsas expectativas».

La eurodiputada también ha hecho suyas unas palabras que escuchó en la cámara europea de un representante africano, que le aseguró que «aunque le pongan vallas al cielo, van a seguir viniendo», porque los problemas no están en Europa, si no en sus países de origen , donde campan a sus anchas la corrupción y la pobreza.

Por ello, hay que buscar soluciones que, además, vayan más allá de devolver irregulares , porque «aunque sean expulsados, vuelven a intentarlo», ha asegurado la dirigente popular, para la que en el término medio está la virtud: «Mienten los que dicen que no se pueden traer más y mienten los que dicen que se pueden traer a todos».