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Todo lo que debes saber para no desentonar en una montería

La temporada de caza mayor en Andalucía comenzó el pasado 15 de octubre

Los venados son una de las reses que más se caza en Andalucía ABC

A. MENCOS

Comienza la temporada de caza mayor en Andalucía. Desde el 15 de octubre de 2016 hasta el 12 de febrero de 2017 los montes andaluces se llenan de cazadores que buscan hacerse con un trofeo y pasar un buen rato. Los más comunes son el jabalí o el venado, pero también se pueden cazar algún muflón, un gamo, un corzo, un arruí o una cabra montés.

Las monterías suelen comenzar a primera hora de la mañana, con las primeras luces del día comienzan a llegar los monteros al finca donde tendrá lugar la cacería. Allí se suele degustar un copioso desayuno para que el cuerpo aguante las horas de postura que le quedan por delante al cazador. Tras el desayuno rezan un padre nuestro por los monteros fallecidos y posteriormente se procede al sorteo o la adjudicación de puestos , dependiendo del tipo de montería que se trate. Cada puesto está incluido dentro de una armada y los monteros cuyos puestos estén en una misma armada deberán partir juntos guiados por el postor.

Sobre las diez de la mañana, siempre antes de la suelta de los perros, los postores proceden a repartir a los monteros en sus puestos para que comience la montería. Sobre las doce del mediodía se produce la suelta. Los perros harán una batida por los montes para hacer que las reses salgan de su cobijo y entren en la zona de caza.

Los arrieros recogen las reses abatidas con mulos RAFAEL RUIZ

Sobre las tres de la tarde se levantan los puestos, una vez que los perros han terminado su trabajo. Una vez que llega la hora de recogida el cazador debe ir a señalizar su presa , avisando a los puestos aledaños de que se va a mover, ya sea tosiendo, silbando o dejándose ver claramente. También puede esperar a que llegue el postor y señalarle el lugar donde se encuentra el animal. Es importante que que de bien señalado, con una etiqueta identificadora en el animal y en un árbol o arbusto cercano una señal visible que marque donde está el animal, para que los arrieros con las mulas puedan encontrarlo fácilmente. Los monteros vuelven al cortijo para disfrutar de un almuerzo reparador y comentar los lances que se han producido durante la jornada.

Durante la tarde comienzan a llegar los animales abatidos, que pasarán un control veterinario y cuya carne es propiedad del dueño de la finca o del organizador de la montería. También son de su propiedad los trofeos abatidos durante la jornada, aunque suelen tener la deferencia de cederlos al cazador que disparó a la presa.

Recomendaciones de seguridad

Lo primero que debe tener en cuenta un montero es su seguridad. Debe llevar el material (escopetas, rifles y balas) en buen estado , limpio y habiendo revisado que funcione de manera adecuada. Es conveniente recordar que el arma debe permanecer en su funda hasta que se llegue al puesto y hay que volver a enfundarla cuando se abandone el mismo. En ningún caso se debe apuntar hacia donde haya personas.

Un cazador en su puesto R.R.

El cazador nunca debe moverse del puesto durante la montería, a no ser que se lo indique el postor o tenga que salir a rematar a un animal a cuchillo, en cuyo caso hará saber a los monteros de los puestos cercanos que se va a mover de su puesto. Alguno de los cazadores de los puestos aledaños podría confundirlo con una res y dispararle. En este punto es conveniente señalar que no se debe disparar sin tener al objetivo perfectamente visible. Está totalmente prohibido dispara al bulto o al matorral en movimiento. Hay que evitar también los disparos al viso o por encima de la línea horizontal. También es peligroso disparar contra piedras o láminas de agua, pues el alcance de la bala puede ir más allá del impacto con el animal y puede atravesarlo, lo que provocaría, en caso de encontrarse con una de estas superficies un riesgo par el cazador. Es importante asegurarse de que la bala «se entierre» en una zona de tierra.

Equipamiento

Debido a que la época de monterías es desde principios del otoño hasta mediados de invierno, es importante ir bien abrigados , preferiblemente utilizar varias capas de ropa de las que desprenderse en caso de que suba la temperatura. No se debe confiar en la temperatura que marque el termómetro o las predicciones, dependiendo de donde esté situado el puesto (umbría o solana) la sensación térmica puede ser mayor o menor.

El cazador debe llevar dos armas, por si acaso la primera fallase, con su correspondiente documentación.

En el zurrón, la bolsa o mochila que lleve el cazador, no deben faltar balas de sobra, un machete , para rematar a un animal herido en caso de que sea necesario, etiquetas para marcar a las presas y cinta o papel de color para marcar el lugar donde está el animal abatido, agua y algo de comer por si entra hambre durante las horas en el puesto.

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