Griezmann: demasiado bajito, demasiado bueno

Como en tantas historias deportivas, la vida de Antoine Griezmann (Mâcon, Francia, 1991) no habría sido la misma si no hubiera recibido un «no». Era un adolescente cuando el Montpellier aceptó tenerle a prueba para un torneo de categorías inferiores en París. Él jugaba en el Mâconnais, en el pueblo donde nació, en la Borgoña francesa, y tras aquel torneo el Lyon, el Auxerre, el Saint-Etienne y el propio Montpellier le dijeron que no, que era bueno pero que no estaba tan desarrollado físicamente como para contratarlo ya. Griezmann era un adolescente bajito.

Eric Olhats, ojeador de la Real Sociedad, opinaba distinto. Al acabar el torneo se acercó al jugador, le metió un papel en el bolsillo y le dijo que no la leyera hasta que llegara a casa. En la nota, Olahts le ofrecía una prueba de una semana con el equipo de San Sebastián que se convirtió en un fichaje permanente.

Una década después, Griezmann sigue siendo bajito –supera por poco los 170 centímetros– pero hace tiempo que se convirtió una de las promesas más interesantes del fútbol europeo. Titular con Francia en el Mundial y fichado por 30 millones de euros por el campeón de España y subcampeón de Europa, el delantero de Mâcon es ya mucho más que una promesa.

Con 18 años, Griezmann fue clave para el ascenso de la Real a PrimeraGriezmann se convirtió en un jugador importante en la Real incluso en los tiempos oscuros del club vasco. Con 18 años y en la Segunda División, una liga de tipos duros en la que la experiencia a menudo supera al talento, el francés fue titular en 30 partidos de la temporada en que la Real retornó a la máxima categoría. Fue brillar en la pretemporada anterior a la competición e instalarse en el once titular de los «txuri-urdin». En cinco años, solo Diego Simeone ha podido quitarle el papel de pieza clave en Donosti.

Este zurdo rubio ha ido creciendo año a año en Anoeta, pero la pasada fue la temporada de su explosión. Jugando sobre todo de delantero con libertad, Griezmann anotó 20 goles entre todas las competiciones en el curso pasado. Puede jugar por fuera y por dentro, lanzar contraataques y culminarlos, centrar y rematar; su versatilidad, con capacidad para jugar en la mediapunta y en la punta, es un regalo para el Cholo .

Veloz, hábil y talentoso, su progresión le sirvió para hacerse con un hueco en la exigente selección francesa en el Mundial 2014. Se fue de Brasil sin marcar pero consiguió ser titular por aclamación de la afición «bleu», que veía a Francia funcionar mejor con el realista que con Giroud. Después de la Copa del Mundo y de haber debutado en Champions League en San Sebastián, Griezmann ha elegido el Atlético de Madrid para dar el paso al siguiente nivel, el de las estrellas del fútbol continental.