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Como cada año con la llegada de la primavera, González Byass presentó el pasado 12 de abril su Tío Pepe en Rama, un fino de elaboración muy limitada que no ha sido sometido a los procesos habituales de clarificación y filtración y que, desde hace una década, es seña de identidad de esta bodega.

 

El lugar elegido para la presentación de este singular vino jerezano fue la Casa de Pilatos, una referencia arquitectónica de la Sevilla del Siglo de Oro. Este palacio andaluz volvió a llenarse de vida en un evento que contó con la presencia de destacadas figuras de las artes y la sociedad sevillana y personalidades relacionadas con el mundo bodeguero y de la enología.

 

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La lluvia no logró empañar una cita en la que los asistentes pudieron disfrutar de los vinos de González Byass maridados con excelente gastronomía, música del guitarrista Juan Pedro Carabantes y una original representación teatral a manos de Engranajes Culturales.

 

Con una espectacular escenografía en la que la guitarra flamenca, las sillas de nea, las flores y, por supuesto, el fino Tío Pepe en Rama eran los protagonistas, Catalina de Ribera, una noble andaluza a quien se le atribuye la construcción de la Casa de Pilatos, fue la encargada de dar la bienvenida a los asistentes en uno de los patios del palacio. Le siguió en su representación Copa Syrisca, una estatua que cobró vida por un día y que invitó al público, entre mitos y versos, a disfrutar del vino estrella de la noche.

 

Protagonistas de este singular espectáculo fueron también Pedro Rebuelta, miembro de la quinta generación de la familia González y vicepresidente de González Byass, y Antonio Flores, enólogo y master blender de la compañía.

 

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Con entusiasmo ambos presentaron Tío Pepe en Rama 2018. Un vino que «huele a mar y sabe a sal, a almendra; un vino que recuerda a la feria que se fue y que ahora vuelve; un vino que es fruto de la mejor selección de las botas de las bodegas Rebollo y Constancia, que se rocían, exclusivamente, con mostos procedentes de Macharnudo». Así describía Antonio Flores este vino que, para él, guarda «la fuerza de nuestra tierra, el silencio de nuestras bodegas, la sal, el sol, la lluvia y el viento de Andalucía».

 

Como explicó Pedro Rebuelta, este fino es la estrella de las bodegas. «Nació de nuestra apuesta por la innovación. Una apuesta que siempre ha estado presente en nuestras bodegas desde que las fundara en 1835 Manuel María González, mi tatarabuelo».

 

Tío Pepe en Rama 2018 es de color dorado, brillante y alegre, con unas singulares características organolépticas. «Resulta en nariz fragante, con claros recuerdos a pan y levadura fresca. Complejo, vivo, salino, expresivo y con un final en boca ligeramente amargo». Es el maridaje perfecto de pescados, mariscos, verduras y, por supuesto, tapas que hoy son tendencia en todo el mundo.

 

Un vino al que hay que escuchar porque, como afirmaron tanto el enólogo como el vicepresidente de la bodega, es «armonía perfecta».

 

Tío Pepe Fino en Rama 2018

 

 

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Fino en Rama es Tío Pepe sin clarificar ni filtrar, obtenido de la parte central de la bota durante la primavera, momento en el que la levadura de “flor” es más activa. Embotellado en cantidades muy limitadas.

 

Vinificación
La inminente primavera nos trae, por noveno año consecutivo, la saca 2018 de Tío Pepe en Rama.

La viña, el trabajo en la bodega, el roble y el tiempo han puesto las notas necesarias para llegar a la perfecta armonía en estas 62 botas que Antonio Flores ha seleccionado en las soleras históricas de La Constancia. Un invierno frío y seco con un nivel lluvioso y templado que ha propiciado un “velo de flor” contundente y grueso que ha dado todo su carácter a Tío Pepe. Intenso, sápido y marcadamente salino, es la mejor interpretación de la viña y la Bodega. Armonioso como los acordes de una guitarra en el silencio de la tarde.

 

Novena edición
El diseño de la etiqueta de la octava edición de Tío Pepe Fino en Rama se basa en un diseño original custodiado en el Archivo Histórico de González Byass.

 

Nota de cata
Tío Pepe Fino en Rama muestra un color dorado, brillante y alegre, su nariz resulta fragante y con claros recuerdos a pan y levadura fresca.

Macharnudo presente en la noble salinidad con un final elegantemente amargo.

Tío Pepe en Rama 2018 realzará, sin duda, la cocina mediterránea de pescados, marisco y verduras alegrando como nadie las barras de “tapas” por todo el mundo en este álgido momento que vive la cocina española.

Servir frío en la mejor copa de cristal fino.

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